Dos sujetos presuntos miembros del Grupo Armado Organizado “Gaitanista” que se movilizaban en una moto, asesinaron a Yulieth Rocío Fuentes Díaz, una mujer simiteña, trabajadora, de 40 años de edad; quien fue ultimada a tiros dentro de su farmacia, lugar donde atendía su esposo José Luis Martínez Figueroa a sus clientes “MARTINES MD, CENTRO EDICO»
Los hechos sangrientos se registraron en la tarde de jueves 25 de mayo, en su vivienda y negocio ubicada en el barrio Pupa, a la entrada del pueblo, donde vivía y compartía su compañero, el doctor Martínez, médico reconocido en el sur de Bolívar.
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Según fuente oficial los dos sicarios quedaron grabados cuando ingresaron al local y empezaron a extorsionar a la mujer, exigiéndole dinero con un arma, a lo que ella se rehúso, tomo su celular y empezó a grabar la situación “En el video se puede apreciar como el parrillero se baja, la amenaza y al no conseguir lo que quiere, vuelve y se retira, luego caen en cuenta de que son grabados por la mujer, a lo que minutos después vuelven, sacan un arma y le propician un disparo en la cabeza” declaró la Policía. Todos los hechos en estos momentos son materia de investigación por parte de la Sijin.
Una voz inquebrantable, entre la multitud grito a todo pulmón: “Con el homicidio de Yulieth, lastimaron el corazón de Simití” La comunidad se encuentra dolida y se alista para hacer una protesta masiva en contra de los violentos y de los asesinatos selectivos que se han registrado en el municipio, donde le piden a los actores armados parar los homicidios y detener la guerra sucia, por plata; ya que en Simití, NO hay ricos, residen en el casco urbano de Simití, una población humilde y los que tienen como sobrevivir, no alcanza la categoría de acomodados.
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El cadáver fue trasladado al anfiteatro del hospital de segundo nivel de Simití, San Antonio de Padua, donde le están desarrollando los respectivos análisis forense.
Los familiares piden al gobierno, seguridad, ya que en el municipio se han registrado muchos asesinatos y este feminicidio extrémese a los nativos, que rechazan la acción criminal. Paralelo a este homicidio, también asesinaron en el Cerro de burgos a Saul Torres, quien toda la vida se dedicó a “cotero” cargar las maletas de los pasajeros que viajan a Gamarra, Cesar.
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