
Santander - Región
Soluciones no llegan y la vía presenta peligro entre Onzaga y San Joaquín que ruegan por ayuda

REDACCIÓN/EL FRENTE.
La situación económica de unas 10.000 personas se fue a pique, y con serios
visos de no poder recuperarla, en los municipios de Onzaga y San Joaquín, pertenecientes a la
provincia de Guanentá, del departamento de Santander, como consecuencia de la ola
invernal.
Desde hace cuatro meses se taponó la vía nacional que los
comunica y tan sólo les ha llegado una máquina que trabaja 24 horas para tratar de amainar los
daños, pero lo grave es que el terreno no ayuda y cada rato se tapona, esta ruta, por varios
días.
La situación es crítica porque el terreno presenta movimientos
constantes y los coletazos de la creciente de la quebrada Santa Clara ha dejado vehículos y motos
sepultadas en la vía nacional que comunica a los dos municipios y los Alcaldes quieren evitar un
accidente de grandes proporciones y quedar aislados por un tiempo
impredecible.
La montaña amenaza
El reflejo de esta
situación golpea los productos del campo que se han perdido al no poder transportarse y sacarse de
la zona a tiempo y eso afecta el bolsillo de los campesinos, cuya mayor base de ingresos es
agrícola y ganadera, sobre todo los productos lácteos como el famoso y tradicional queso de Onzaga y
San Joaquín.
Por el momento, las alcaldías proponen la construcción
de un viaducto para solucionar esta problemática. El alcalde de San Joaquín, Carlos José Díaz,
expresó que “en esta zona se evidencia un desprendimiento en una montaña, en su parte alta, por
lo que ha bajado mucho material a la carretera, hay huecos y es imposible pasar cualquier
vehículo”.
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