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Fiscalía: Tenía envidia de su hermano, pero anhelaba su fortuna

La noticia cogió por sorpresa a más de
uno, pues en la noche del lunes se declaró inocente de tales homicidios. Este martes, sin embargo,
dijo al comienzo de la audiencia que aceptaba los cargos para llegar a un preacuerdo con la
Fiscalía.
“Aprovecho la oportunidad para pedirles perdón a mis hijos,
familia, víctimas y a toda Colombia”, fueron las palabras de Jhonier en medio de la audiencia de
solicitud de medida de aseguramiento.
Alegaba
inocencia
De testigo desconcertado a ser el autor del doble crimen
familiar del que intentó no dejar huella. Ese es el giro que en los últimos días tomó Jhonier Leal
dentro de la investigación por los asesinatos de su hermano, el reconocido estilista Mauricio Leal,
y de su mamá, Marleny Hernández.
De 48 años, el hermano mayor de los Leal a
pesar de que públicamente se mostró afectado por lo sucedido, todas las pruebas apuntaban a él como
el único sospechoso de lo que pasó entre el 21 y 22 de noviembre
pasado.
Esa fecha, entre las 11:45 p. m. y las 5:53 a. m. fueron “vilmente
asesinados” mamá e hijo, según las pesquisas adelantadas por la Fiscalía, entidad que asegura que
Jhonier fue la única persona que estuvo en esas seis horas en la lujosa casa #18 del Conjunto
Arboreto, en La Calera, el hogar que hasta entonces compartían los
tres.
Dichas muertes causaron una investigación que el viernes pasado
desencadenó en la captura del antes testigo, y en la imputación de cargos y solicitud de medida de
aseguramiento en su contra, realizada este lunes ante el Juzgado 14 de Garantías de
Bogotá.
Para la Fiscalía, el valluno, también estilista, habría atacado a
su mamá dormida, cambiado de cuchillo para rematar a su hermano.
Al
finalizar este relato del fiscal delegado Mario Burgos, el procesado solo pidió dos cosas: que le
convirtieran de meses a años los delitos que le imputaron, y que lo dejaran hablar a solas con su
abogado Álvaro Rojas. Se las aceptaron.
Minutos después de la charla, hacia
las 6:30 de la tarde, se declaró inocente, pues dijo que: “jamás hubiese sido capaz de poner una
mano encima de mi madre y de mi hermano”.
No fue un
suicidio
Para desenredar la novela judicial, la Fiscalía detalló uno
por uno cada momento. Por ejemplo, que Jhonier entró a la casa el domingo a las 11:37 p.m., y salió
de ella a las 11:15 a.m. del otro día. Para ese momento, los cuerpos sin vida ya reposaban en el
cuarto de Mauricio.
Sin embargo, horas después, ante la preocupación de que
no aparecían, el hoy procesado le insistió al conductor de su hermano, José Jair Ruiz, hoy testigo,
en ir a la casa a buscarlos. Él aceptó, y hacia las 2:34 p. m. vio a las víctimas tendidas en una
cama doble.
De allí salió una primera pista para las autoridades: una carta
firmada a puño y letra por el estilista, en la cual pedía perdón a su mamá dejando claro que todo lo
suyo quedaba para sobrinos y hermanos. La tesis que se manejó fue un suicidio, pero el 15 de
diciembre se cayó al establecerse que se trató de dos homicidios. Ahí la Fiscalía ya tenía los ojos
sobre el hermano, entonces sorprendido por la muerte de sus familiares.
En
primer lugar, Burgos relató que la primera víctima fue la mamá: a ella la habría apuñalado hasta la
columna estando dormida, para después trasladarla hasta el cuarto de Mauricio, lugar donde
supuestamente la emprendió contra él.
De acuerdo a las pruebas, el famoso
estilista fue atacado con el mismo cuchillo con el que murió su mamá, pero como la lámina le quedó
dentro del cuerpo, su hermano fue por otro para continuar el acto que Mauricio no pudo resistir,
pues se tomó nueve pastas del sedante zoplicona. Uno de esos lo ingirió por gusto, pero los otros
aparentemente fueron forzados por Jhonier.
Hasta ahí, los crímenes ya se
habían cometido, pero quedaron varios rastros alrededor. Uno de ellos es que desde los celulares de
las víctimas salieron mensajes de texto cuando ya estaban muertos.
Uno fue
el que recibió el conductor, quien detalló que se le hizo raro que el lunes en la mañana su jefe le
escribiera con buena ortografía, y que no fuera con el cotidiano audio matutino en el que se refería
a él como “baby”. Además, los peritos encontraron que la famosa carta, que sí la escribió Mauricio,
tiene trazos irregulares que generan sospecha en si hubo amenazas de por
medio.
DATOS CLAVES
-El asesino intentó suministrar dinero a Jair, conductor de Mauricio, para que guardara silencio ante un futuro interrogatorio.
-Jhonier intentó vaciar las cuentas bancarias de su mamá y hermano horas después de los asesinatos
- “Cuatro meses antes se mudó a La Calera, desde ese momento empezó a planear el asesinato”: Fiscalía.
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