110 años de la cámara de comercio
Resumen
La Cámara de Comercio de Bucaramanga celebra sus 110 años como pilar del crecimiento económico en Santander, destacando su papel en la promoción de la competitividad, innovación y apoyo a empresas.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
En articulación con Marcela Ogliastri, Alexandra Dávila, Diego Sáenz y el Círculo Amigos de Bucaramanga llevaron a cabo un conversatorio dedicado a reflexionar sobre los 110 años de la Cámara de Comercio de Bucaramanga (CCB) y su papel determinante en el crecimiento económico y empresarial de la región. El evento, desarrollado en un ambiente participativo y profundamente histórico, permitió revisar el recorrido de esta institución centenaria, así como los desafíos que enfrenta el sector productivo en el contexto actual.
Desde su creación, en 1915, la Cámara de Comercio de Bucaramanga ha sido un pilar en la organización y el fortalecimiento del empresariado santandereano. En el conversatorio se destacó cómo, a lo largo de más de un siglo, la entidad ha desempeñado funciones esenciales que van desde el registro mercantil hasta la promoción de la competitividad y la innovación, pasando por el acompañamiento permanente a emprendedores, pequeñas y medianas empresas, y proyectos estratégicos para la región.
Durante la jornada, los participantes recordaron que la CCB surgió en un momento histórico clave para el país, cuando Bucaramanga comenzaba a consolidarse como un epicentro comercial e industrial. Gracias al impulso de visionarios locales, esta institución empezó a articular al sector privado y a generar espacios de diálogo entre comerciantes, emprendedores y autoridades, sentando las bases de lo que hoy es uno de los ecosistemas empresariales más dinámicos del oriente colombiano.
Los moderadores del encuentro subrayaron la importancia de mantener vigente la memoria empresarial y reconocer los esfuerzos colectivos que han permitido que cientos de negocios prosperen y se adapten a los cambios económicos del país y del mundo. Uno de los puntos centrales de la conversación fue cómo la Cámara ha logrado apoyar a las empresas en momentos críticos, desde los ciclos de recesión económica del siglo XX hasta los desafíos derivados de la pandemia reciente, en la que el acompañamiento técnico, jurídico y formativo fue determinante para la supervivencia de muchas unidades productivas.
El conversatorio también abordó la evolución del rol de la Cámara de Comercio en temas como la internacionalización, la digitalización y la creación de clústeres sectoriales. Se resaltaron programas emblemáticos que han impulsado la transformación productiva, así como las iniciativas de fortalecimiento empresarial que han permitido que Bucaramanga se proyecte como un territorio atractivo para la inversión, el emprendimiento y la innovación.
Uno de los elementos más valorados por los asistentes fue la visión inclusiva que ha adoptado la CCB en la última década, con estrategias dirigidas a mujeres empresarias, jóvenes emprendedores, pequeños productores rurales y sectores tradicionalmente marginados del desarrollo económico. Estas acciones han ampliado el alcance de la institución y han contribuido a democratizar las oportunidades de crecimiento en toda el área metropolitana.
Asimismo, se discutió sobre el papel que la Cámara de Comercio ha cumplido en la preservación del patrimonio histórico y cultural del empresariado, un aspecto fundamental para comprender cómo la identidad productiva de Bucaramanga se ha construido a lo largo de generaciones. El Círculo Amigos de Bucaramanga, reconocido por su labor de investigación y divulgación de la historia local, destacó estas iniciativas como un ejemplo del compromiso de la institución con la memoria y el progreso regional.
El evento concluyó con una invitación a seguir fortaleciendo los vínculos entre empresa, ciudadanía y entidades públicas, entendiendo que el desarrollo sostenible de Bucaramanga requiere de una articulación permanente y colaborativa. Los organizadores coincidieron en que este tipo de espacios permiten no solo revisar el pasado, sino proyectar el futuro con una visión estratégica y participativa.
El conversatorio del 26 de noviembre se consolidó, así como un ejercicio de reflexión colectiva y un homenaje a la trayectoria de una institución que, a lo largo de 110 años, ha acompañado a Bucaramanga en su transformación económica y social. Una historia que, más allá de cifras y proyectos, refleja el esfuerzo de miles de empresarios que han contribuido a construir la ciudad que hoy conocemos. *Diego Sáenz Reyes