300 FPV (fe-poder-victoria)
Resumen
El liderazgo no es solo poder, sino un ejercicio de integridad, humildad, y amor. Deberíamos liderar comenzando por nosotros mismos. En una sociedad con discursos vacíos, necesitamos líderes visionarios y sabios que realmente sirvan a la comunidad.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
¿Quién es más líder?, podría ser el título de esta columna o la pregunta que me surgió, luego de indicar mediante un tonito irónico ante mi equipo de colaboradores, que los grupos nos parecemos a nuestros líderes; como si yo lo hubiese podido hacer mejor, ya que consideré como limitado, el poder de convocatoria de una persona que había sido designada como líder, en un encuentro de hombres organizado por la iglesia en la que me congrego desde 2008.
Por: Cesar David Gordillo*
El liderazgo en Colombia, está en crisis, quizás, porque nos hemos dedicado a juzgar o hemos entendido erradamente, que liderar es un ejercicio de “poder”, de capacidad de incidencia sobre los demás, pero en pocas oportunidades, nos detenemos a pensar que para poder liderar lo que sea; la familia, la acción comunal, el emprendimiento, nuestras empresas, los gobiernos locales, departamentales o nacionales, etc.; debemos empezar por tomar las riendas de nuestra propia vida, porque indudablemente, nacer, ya comporta un ejercicio de liderazgo.
Para liderar se requiere: integridad o hacer las cosas bien cuando nadie te ve, siendo consciente que Dios nos ve en todo momento y de él nadie se burla; humildad, fe, sabiduría, amor, dominio propio y no demonio propio.
Aunque pudiera pensarse que en un país en el que hay más de 100 candidatos a la presidencia de la República, abunda el liderazgo, lo cierto es, que esto es un mal indicador, al respecto, el libro de Proverbios 28:2, señala: “Cuando hay rebelión en el país, los caudillos se multiplican; cuando el gobernante es entendido, se mantiene el orden”.
Hemos empezado a ver toda una serie de discursos carentes de sabiduría y con poca prudencia; una guerra de insultos y palabrería desligada del deseo de servir a todos para ser el primero de Colombia (Mateo 20:27-29). La época en la que se requería ser un estadista para ser presidente, entendido esto como un gran saber y experiencia en los asuntos del Estado, con conocimientos o aptitudes para dirigir los asuntos públicos o para gobernar con visión, quedó atrás.
Volviendo a la pregunta inicial de quién es más líder, tuve la oportunidad de hablar con aquel hombre líder de grupo, en el encuentro referido, quien me hizo un rápido recuento de su vida, señalando que había pasado de ser mensajero a fundar una empresa, con la que había sacado adelante a su familia, compuesta por su esposa, con quién tenía una bonita relación hace más de 40 años y tres hijos profesionales que se congregaban y servían en la iglesia. Así mismo me contó de los milagros que Dios había hecho en su vida, en especial la sanidad de su hija, para terminar, diciendo, que ya se había pensionado, pero seguía trabajando y sirviéndole a Dios y a la iglesia.
Luego de su relato, en medio de mis ojos humedecidos y profundamente apenado por mi concepción errada de liderazgo, me pregunté, ¿quién es más líder?
*Abogado, conferencista y representante legal de Abogados con Propósitos SAS.