40 años de la toma del Palacio de Justicia Holocausto a la Democracia
Resumen
Hace 40 años, el M-19 y Pablo Escobar atacaron el Palacio de Justicia, un intento por someter al Estado colombiano. Se recuerda con honor a las víctimas, mientras las heridas en la conciencia nacional persisten.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Por: Fuerza Purpura
El 6 de noviembre de 1985 Colombia vivió uno de los episodios más trágicos de su historia republicana: la toma terrorista del Palacio de Justicia por parte del grupo armado ilegal M-19, en alianza con el entonces jefe del Cartel de Medellín, el infame Pablo Escobar Gaviria. A 40 años de este demencial crimen de lesa humanidad, desde las 80 Asociaciones, Federaciones y Fundaciones que conforman Fuerza Púrpura, honramos la memoria de los Magistrados, funcionarios judiciales, trabajadores y víctimas inocentes sometidas al sacrificio supremo en servicio a la Patria y a la Democracia, y rendimos homenaje a los miembros de la Fuerza Pública que confrontaron el atroz ataque criminal y restablecieron el orden institucional.
El aleve atentado terrorista de la organización al margen de la ley M-19 contra el Palacio de Justicia fue una afrenta directa al Estado de Derecho y a la Nación colombiana, que dejó un doloroso saldo en vidas inocentes sacrificadas impune e inútilmente, heridas que se mantienen abiertas en la conciencia nacional que no olvida la magnitud de la osadía de los criminales. La brutal embestida, deliberadamente dirigida contra la justicia colombiana, persiguió arrodillar al Estado colombiano, someter al Presidente de la República a un supuesto “juicio revolucionario” e incinerar expedientes claves en la judicialización de grandes capos del narcotráfico, también embarcados en la aventura de someter a la institucionalidad y darse impunidad por la fuerza.
No bastó la generosidad demostrada previamente por el Presidente Belisario Betancur Cuartas; no les saciaron los innumerables crímenes atroces cometidos con antelación contra inermes compatriotas: un ala ultra-radical del movimiento “rebelde” acometió la “genial arremetida” dispuesta a imponerse mediante el terror y a usar medidas extremas. Ante la negativa del gobierno a ceder al chantaje y la reacción de la Fuerza Pública, los subversivos asesinaron sin piedad a Magistrados, funcionarios y trabajadores civiles e incendiaron las instalaciones del Palacio.
Los hechos han sido ampliamente documentados por múltiples investigaciones y testimonios de sobrevivientes, que dan cuenta de todos los detalles, y que han servido para neutralizar adicionales intentos de distorsionar la historia real y construir relatos ficticios con propósitos políticos e ideológicos.
La recuperación del Palacio de Justicia de las garras del terrorismo por parte de la Fuerza Pública fue entonces una decisión legítima del poder civil, ordenada por el Presidente de la República. En cumplimiento de su deber constitucional, Soldados y Policías actuaron para restablecer el orden en medio de un escenario en extremo complejo, caótico, sin precedentes y con las limitaciones técnicas y de capacidades institucionales de la época.
Tras los hechos, el mismo poder judicial salvado de las fauces del horror retomó su autonomía para la determinación de responsabilidades. En un incomprensible y muy lamentable giro del acontecer nacional, miembros de la organización criminal que perpetró el bárbaro atentado recibieron indultos sin que sus actuaciones y responsabilidades fuesen siquiera determinadas; por el contrario, algunos miembros de la Fuerza Pública fueron posteriormente investigados y condenados, por omisiones o por excesos en la respuesta a la agresión, y han cumplido duras penas con respeto a las decisiones judiciales.
Cuando se cumplen cuatro décadas del demencial ataque a nuestra Democracia, Fuerza Púrpura; José a los Héroes de la Patria y de la Fuerza Pública caídos en acción: Mayor (Policía Nacional) Héctor Aníbal Talero Cruz; Teniente (Ejército Nacional); Sergio A. Villamizar Quintero Subteniente (Policía Nacional); José Rómulo Fonseca Villada y Sargento Viceprimero (Policía Nacional) Jaime Benítez Prieto.
También se honra a: Agente Saúl Chavarriaga Salamanca; Agente Jaime Rodríguez Vivas; Agente Eduardo Bermúdez García; Agente Libardo Duran; Agente Jaime Alberto Portilla Franco; Agente José Gerardo Malaver; Agente Ramón León Ariza
¡Honor y gloria eterna a los Soldados y Policías caídos en defensa de nuestra nación!