500 años después... Leonardo da Vinci tiene descendientes vivos
Resumen
Científicos han identificado a seis descendientes vivos de Leonardo da Vinci gracias al análisis del cromosoma Y. El hallazgo forma parte del Proyecto ADN Leonardo, que ha reconstruido 21 generaciones del árbol genealógico del artista, desde 1331 hasta hoy.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Leonardo da Vinci, el artista, inventor y científico que transformó la historia hace más de cinco siglos, ha vuelto a ser noticia. Esta vez, no por una obra redescubierta ni por teorías conspirativas, sino por la ciencia. Un equipo de investigadores ha logrado rastrear la línea genética del genio florentino hasta identificar seis descendientes vivos por vía paterna, quienes comparten segmentos idénticos del cromosoma Y, el que se transmite de padres a hijos.
El hallazgo, parte del “Proyecto ADN Leonardo”, fue revelado en el libro Genìa da Vinci. Genealogía y genética del ADN de Leonardo, fruto de más de 30 años de investigación genealógica. El equipo, que incluye científicos de la Universidad de Florencia, la Universidad Rockefeller y el Instituto J. Craig Venter, ha reconstruido el árbol genealógico de la familia Da Vinci desde 1331, abarcando 21 generaciones y más de 400 personas.
Pese a que Leonardo da Vinci (1452-1519) nunca tuvo hijos, los investigadores pudieron seguir su línea genética gracias a los descendientes de sus numerosos hermanastros, hasta 22 según los registros. Entre ellos destaca la figura de Domenico Benedetto, medio hermano del artista, cuya línea familiar permitió identificar a los seis varones vivos que comparten su linaje.
“El cromosoma Y se ha conservado prácticamente sin cambios durante al menos 15 generaciones”, explicó el genetista David Caramelli, quien dirige el análisis genético desde la Universidad de Florencia. Según sus declaraciones, esta conservación es “un fenómeno raro y fascinante que permitirá acercarnos al genoma original de Leonardo”.
Fragmentos óseos y una tumba familiar
La investigación también ha abierto la puerta al análisis de restos óseos hallados en la iglesia de Santa Croce de Vinci, donde se presume están enterrados el abuelo del artista, Antonio, su tío Francesco y otros familiares. Los fragmentos analizados corresponden a varones cuya edad y época de vida coinciden con los registros históricos, y están siendo comparados con el ADN de los descendientes vivos.
“La meta es clara: identificar de forma científica el ADN de Leonardo da Vinci”, sostuvo Alessandro Vezzosi, historiador y coautor del libro. “Con ello, podríamos comprender aspectos de su extraordinaria creatividad, salud y hasta causas de muerte”.
Más allá del ADN, el libro plantea una hipótesis provocadora: Leonardo fue un precursor de la epigenética. En sus estudios sobre herencia y generación, el artista ya hablaba de cómo la dieta, el estado emocional o el entorno podrían influir en los hijos, anticipándose siglos a la ciencia moderna que demuestra cómo los factores externos alteran la expresión genética.
“En sus escritos, la concepción era un fenómeno que entrelazaba naturaleza, emoción y destino”, detalló Agnese Sabato, investigadora del proyecto. “Eso es, esencialmente, lo que hoy entendemos por epigenética”.
Uno de los descubrimientos más curiosos del proyecto fue el hallazgo de un dibujo al carboncillo en una vieja casa de Vinci, bautizado como el “Dragón Unicornio”. Representa un ser mitológico de impactante detalle: hocico alargado, alas membranosas, escamas y una lengua flamígera. Expertos creen que podría tratarse de una obra temprana del propio Leonardo, por su estilo y “rara intensidad expresiva”.
Además, los investigadores identificaron propiedades de la familia Da Vinci a través de antiguos registros catastrales, incluyendo siete casas en el pueblo natal de Leonardo y dos propiedades que habrían pertenecido directamente a él.
A pesar de los avances, los investigadores mantienen la cautela. Aún no se ha recuperado ADN directamente confirmado como de Leonardo, y los análisis deben superar la prueba del tiempo y la revisión científica rigurosa. El proyecto tampoco ha sido completamente revisado por pares, como recuerda el portal IFL Science.
Sin embargo, la esperanza es alta. Para Jesse H. Ausubel, director del proyecto desde la Universidad Rockefeller, el avance de la biología podría cambiar lo que entendemos por “incognoscible”: “Incluso una huella dactilar en un cuaderno podría ofrecernos el material necesario para reconstruir su perfil genético”.