90 años de control fiscal en Santander: entre la memoria institucional y los desafíos del futuro

La Contraloría General de Santander conmemoró este viernes en la Sede Bucarica de la UIS sus 90 años de existencia institucional en un acto solemne en el que se reconoció el papel histórico de la entidad en la defensa del patrimonio público del departamento. El evento estuvo encabezado por el actual contralor departamental, Reinaldo Mateus Beltrán, quien ofreció un emotivo discurso en el que combinó un recorrido histórico, reflexiones sobre el presente institucional y una mirada crítica y esperanzadora hacia el futuro del control fiscal en Colombia.

Por Camilo Ernesto Silvera Rueda - Redacción Política / EL FRENTE

“Hoy es un día demasiado especial para la historia de nuestro departamento y para todos los funcionarios que hacemos parte de esta casa que durante nueve décadas ha sido pilar fundamental para Santander”, expresó el contralor al inicio de su intervención. “Damos gracias a Dios por permitirnos ser parte de este momento histórico como el contralor número 38 en la historia de la institución”, añadió Mateus Beltrán quien recordó que la Contraloría General de Santander fue creada el 25 de julio de 1935 mediante la Ordenanza N.º 27 de la Asamblea Departamental.

En sus orígenes, funcionó como una oficina de contabilidad y control fiscal, cuyo objetivo era fiscalizar los recursos del presupuesto departamental y municipal y custodiar los fondos públicos. En ese entonces, según lo destacó el contralor departamental respondía al modelo propuesto por la Misión Kemmerer de 1923, una comisión de expertos norteamericanos que impulsó la creación de órganos autónomos de control en Colombia, incluida la Contraloría General de la República.

Desde entonces, la entidad ha sido testigo y protagonista de múltiples transformaciones institucionales. Se destacan, entre otros hitos por un lado la creación de la Sección de Interventoría en 1967, así como los avances en el modelo de financiación de los años 80.

Una década después, la autonomía administrativa y presupuestal se hizo realidad con el impacto que desencadenó la promulgación de la nueva constitución política de Colombia, en el 1991, lo que permitió modernizar sus procesos en sintonía con los principios constitucionales de eficiencia, transparencia y participación ciudadana.

“La historia de la Contraloría General de Santander es, en suma, la historia de un compromiso inquebrantable con la legalidad, la ética pública y la transparencia”, afirmó el contralor.

La paradoja del fortalecimiento institucional

Durante su intervención, el contralor también advirtió sobre las tensiones que enfrenta hoy el control fiscal territorial. Aunque el Acto Legislativo 04 de 2019 reformó la Constitución con la promesa de fortalecer las contralorías territoriales, la realidad institucional parece ir en dirección contraria.

En los años 90, la Contraloría General de Santander contaba con más de 400 funcionarios y contratistas. Hoy, esa cifra se ha reducido drásticamente a solo 96 servidores públicos, quienes deben enfrentar retos cada vez más complejos con recursos limitados.

“A pesar de las dificultades, seguimos avanzando con paso firme. La excelencia no siempre depende de la cantidad, sino de la calidad, de la vocación de servicio y de la ética pública que guía cada una de nuestras acciones”, expresó Mateus, haciendo un llamado a la resiliencia institucional.

Cada vez que se dirige a su equipo, el contralor les recuerda que “den gracias a Dios por la salud y el trabajo que tienen, y den siempre lo mejor de sí mismos”. Ese mensaje de fe, compromiso y responsabilidad fue reiterado durante la celebración, en la que también se hizo un reconocimiento especial a funcionarios activos, pensionados y aliados del sistema de control fiscal del país, como la Contraloría General de la República, la Fiscalía, la Procuraduría y la Auditoría General.

Para el contralor, el reto más urgente es adaptarse a una realidad fiscal y social en constante cambio. En este sentido, destacó los esfuerzos que la entidad viene adelantando para capacitar al talento humano, mejorar la planeación estratégica y promover una cultura organizacional basada en valores como la integridad, la puntualidad, la equidad y la responsabilidad.

“La vigilancia del gasto público es clave, porque donde se invierten los recursos públicos, se construye también el futuro de la región”, sostuvo. Y advirtió que el fortalecimiento institucional no puede limitarse al discurso: “El futuro de la Contraloría será el que nosotros mismos construyamos. Y lo haremos con trabajo, con ética, con innovación y de la mano de Dios”.

En la actualidad, la Contraloría General de Santander ejerce control fiscal sobre 83 municipios del departamento, mientras que los otros cuatro (Bucaramanga, Floridablanca, Girón y Barrancabermeja) cuentan con contralorías municipales propias.

Construir confianza desde la transparencia

En un momento en que la ciudadanía exige mayor vigilancia sobre los recursos públicos y mayor castigo frente a la corrupción, el contralor Mateus subrayó que la misión institucional no es solo fiscalizar, sino también recuperar la confianza de la sociedad en sus instituciones.

“Celebrar estos 90 años es también renovar el compromiso con cada ciudadano santandereano, con cada peso público que se invierte, con cada derecho que debe garantizarse. Porque cada acto de control fiscal es, en esencia, un acto de defensa del interés general”, concluyó.

El evento finalizó con una mención especial a todos los funcionarios que han hecho parte de la Contraloría en estos 90 años, así como a las nuevas generaciones de servidores públicos que hoy asumen el reto de vigilar, defender y dignificar los recursos del pueblo santandereano.