A propósito, Día del Médico
Resumen
El Día del Médico resalta la dedicación de los médicos que enfrentan desafíos del sistema de salud. Pese a situaciones difíciles, continúan con su misión de mejorar la calidad de vida de los pacientes, mientras ellos mismos sufren las mismas limitaciones.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Por: Claudio Valdivieso
Justo el tres de diciembre se celebraba el Día del Médico y casualmente asistí a consulta de control de riesgo cardiovascular. Para fortuna mía, fui atendido por la misma doctora a quien recuerdo con gratitud, porque un par de años atrás, con una mirada contundente en mi ingreso a su consultorio se levantó del escritorio y con prontitud encontró una enfermera. Sin mediar más palabras la instruyó para llevarme rápido a urgencias, y gracias a la inmediatez de su acertado diagnóstico visual resulté hospitalizado cuatro días. Mi consulta se redujo al instante de esa mirada.
El tres de diciembre, antes de ingresar al consultorio de mí cita, un par de abuelos caminaba por el pasillo; se veían cansados, de porte humilde y pinta de viajeros. Presumo que llegaban del campo por el ligero maletín deportivo, las coloridas chaquetas para el frio, bolsas plásticas, y una carpeta repleta de otras indexadas por especialidades; un abanico de tirillas de medicamentos pendientes ya borradas por el tiempo y la “decepción” junto a las nuevas fórmulas médicas para sortear la entrega en el dispensario. Los abuelos acordaban que debían estar en la flota antes de las tres.
La escena de los abuelos fue determinante para sentir la impotencia de los médicos presentes ante la situación de varios de sus pacientes y la “suerte” de la salud. En mi caso, como acostumbro a decir, a cambio de paciente me considero impaciente y fue inevitable satisfacer la tentación de preguntarles sobre la situación que afrontan ante miles de usuarios que no reciben medicamentos oportunamente, ni después, y que además el dinero tampoco es suficiente para comprar los tratamientos de farmacia.
La compleja situación de la salud de los colombianos pone entre la espada y la pared a los médicos quienes intentan acondicionar la “calidad de vida de la salud” a toda costa, con el agravante de que ellos igualmente son víctimas del mismo sistema porque también son familias, padres e hijos… la bata blanca, aunque los hace héroes, también enfrentan complejas situaciones en casa como todos. A sus hogares también llegan imprevistos, situaciones que desconocemos y, aun así, les exigimos por nuestra salud y ellos también deben exigirse por los suyos.
Fue inevitable percibir los rostros ambivalentes de los galenos en su *Día del Médico* al encontrarlos frente a la escenografía de los abuelos, quienes iban aparentemente felices con la ilusión de que la vida les alcance para regresar de nuevo a reclamar los medicamentos pendientes. Entendí su sentimiento de impotencia, porque a ellos, los médicos, también les duele.
A los médicos se les sale de las manos la situación que estamos afrontando en el tema de la salud, y les duele más aun las críticas salvajes de quienes pasan desapercibidos o ignoran que bajo cada bata blanca existe un extraordinario ser humano que se preparó para aliviar nuestra salud, sino también les duele recibir ataques por la ignorancia de la gente.
A todos los médicos, siempre gracias y feliz día.