A tiros asesinaron a mujer dentro de su vivienda, hijo y esposo sobrevivieron

En una humilde vivienda en la vereda Patillales de Cúcuta, se vivieron trágicas escenas de violencia, luego de que sicarios irrumpieran en el hogar asesinando a una mujer y disparando contra su esposo e hijo. La tragedia, que enluta a la zona rural, ocurrió cerca de las 7:40 p. m. del pasado lunes 22 de septiembre, justo cuando la familia se disponía a descansar.

Tres hombres armados, que se movilizaban en motocicleta, llegaron hasta el inmueble familiar. El ataque fue fulminante. Uno de los criminales, desde la puerta, disparó directamente contra Ludy Acuña Durán, de 36 años. La mujer, que se encontraba sentada en una silla mecedora viendo televisión en la sala, recibió un disparo en la cabeza y murió de inmediato.

Tras el estruendo del primer disparo, Alfredo Cáceres Cárdenas, esposo de Ludy, salió del baño en toalla para ver qué ocurría, encontrándose con la desgarradora escena. El pistolero volvió a accionar su arma, disparando contra Cáceres Cárdenas en tres oportunidades.

Aunque el hombre alcanzó a refugiarse detrás de una pared, una de las balas lo impactó en la pierna izquierda. Tras resultar herido, Alfredo logró esconderse, momento que los sicarios aprovecharon para emprender la huida.

El ataque se extendió al hijo de 12 años de la pareja, quien había salido de la casa vecina, donde jugaba con sus primas, alertado por los gritos de auxilio. El menor se encontró de frente con los pistoleros. Uno de los delincuentes le apuntó a la cabeza y le disparó con un revólver en tres ocasiones desde una distancia de aproximadamente cinco metros.

Milagrosamente, el niño logró reaccionar a tiempo y se agachó, esquivando los proyectiles que se incrustaron en la vivienda, quedando la marca de uno de ellos en un poste metálico y otro en una motocicleta. Fue gracias a los gritos del menor que los demás residentes del lote se percataron de la gravedad de lo que ocurría.

Indagaciones

Según se conoció, Ludy Acuña se dedicaba a las labores del hogar y atendía una pequeña tienda en la parte externa de la vivienda, mientras que su esposo, Alfredo, había llegado minutos antes del ataque tras una jornada laboral.

Las autoridades arribaron al lugar para iniciar las indagaciones correspondientes, con el objetivo de determinar la identidad de los responsables y el móvil detrás de este violento crimen, sin descartar ninguna hipótesis. La comunidad, por su parte, ha hecho un urgente llamado a la justicia y ha solicitado el incremento de la presencia policial en las zonas rurales de Cúcuta, afectadas por la creciente inseguridad.