Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Ante las circunstancias de violencia y de pobreza, -- y en medio de la incertidumbre que agobia a la nación --, los colombianos miramos con resignación el futuro de la patria, esperando que las hadas madrinas de la ilusión regresen muy pronto para restablecer el orden y la seguridad, para devolvernos la tranquilidad de que gozábamos antes de la llegada de unos enfermos mentales al poder.
El libreto de la toma del poder en Colombia sigue siendo el mismo que acabó con la democracia cubana y que destruyó la economía venezolana, sumidos en la desgracia de países que también disfrutaron de la libertad absoluta y de su riqueza, y que ahora maldicen su miseria, mientras millones de migrantes andan despavoridos por el mundo, y con los pies descalzos, invocando la caridad pública en distintos lugares del planeta.
Los colombianos éramos un país alegre, que había logrado un crecimiento de su economía a niveles superiores del siete por ciento (7%) anual, gracias a la autoridad y a las garantías sociales ejercidas por los gobiernos de los expresidentes Andrés Pastrana Arango, Álvaro Uribe Vélez, Juan Manuel Santos Calderón e Iván Duque Márquez. Las cifras estadísticas sobre el desempleo se fueron disminuyendo a un dígito y soñamos con que Colombia, nuestra nación, podía ser el paraíso terrenal.
Todo lo que pidieron los sectores sociales les fue concedido, entre ellos la matrícula gratuita para los hijos de los pobres en las universidades públicas; los subsidios para el sostenimiento de las ‘Madres Cabeza de Familia’; la medicina gratuita a través del ‘Sisben’ para las familias humildes en la red hospitalaria nacional; la construcción de planes de vivienda social (VIS), que se incrementaron durante las últimas administraciones.
Llegamos a ser el país con mayores niveles de riqueza en América Latina, hasta que la pandemia de la guerra de guerrillas, las mafias del narcotráfico y de los denominados Grupos Extremistas de Primera Línea se tomaron las calles de las grandes ciudades capitales, crearon una imagen distorsionada de esta nación ante el mundo y lograron colocar en el poder a quienes ofrecieron el programa de la ‘Paz Total’, que ha sido un embeleco y un pretexto para tomarse la presidencia de la República.
Los nuevos amos del poder, aliados con los grupos armados ilegales, ofrecieron la legalización de los cultivos ilícitos, la amnistía e indulto para los crímenes cometidos por las disidencias de las FARC, la Nueva Marquetalia, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Clan del Golfo, entregándoles dominio territorial en los departamentos del sur del país, donde uno de ellos, alias ‘Iván Mordisco’ ha anunciado la creación de una nueva nación, tratando de convertirse en el sucesor del libertador y padre de la patria. Estamos confundidos por todo lo que está pasando en el gobierno del doctor Gustavo Petro, que había prometido hacer un gobierno de ‘Unidad Nacional’.
Las locuras que proponen desde el alto gobierno, como la reducción de la producción petrolera, la compra de combustibles a la vecina república de Venezuela, la prohibición de la minería legal, la destrucción del sistema nacional de salud, el reconocimiento de la jubilación para miles de personas que nunca aportaron a los organismos de seguridad social, los cambios en la jornada laboral y en el sistema pensional, y los mayores impuestos para destruir la iniciativa privada, han golpeado a todos los sectores sociales de Colombia, donde los nuevos amos del poder han hecho más daño que un mico en una cristalería. ¿Será por eso que Colombia está triste?