“Adolescencia” no es solo una serie: es un grito silencioso de millones de jóvenes
Resumen
TYQUY es un programa integral del Colegio Bilingüe Richmond que aborda los retos emocionales adolescentes enfocándose en la detección temprana, inteligencia emocional y el vínculo escuela-familia, promoviendo un desarrollo socioemocional saludable.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
El reciente estreno de la serie Adolescencia en Netflix, que retrata con realismo los desafíos emocionales, sociales y psicológicos que enfrentan los jóvenes, ha encendido una alerta entre padres, cuidadores y educadores. Los temas que aborda no son solo ficción. En Colombia, la situación de los adolescentes refleja muchas de las realidades plasmadas en pantalla.
Según el censo más reciente del DANE (2023), el país cuenta con aproximadamente 7,5 millones de adolescentes entre los 10 y 19 años, lo que representa el 15% de la población. Esta etapa, marcada por transformaciones físicas, cognitivas y emocionales, exige una atención integral en un contexto cada vez más digitalizado. Y es que los datos son claros: de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada siete adolescentes enfrenta algún trastorno mental.
Frente a este panorama, instituciones educativas como el Colegio Bilingüe Richmond han desarrollado estrategias innovadoras para hacer frente a estos retos. Uno de sus programas más destacados es TYQUY, una propuesta integral de acompañamiento emocional que se enfoca en la detección temprana de señales de alerta, la inteligencia emocional y el fortalecimiento del vínculo entre escuela y familia.
“TYQUY no es solo una iniciativa escolar; es un puente entre el colegio y el hogar”, afirmó Mónica Abella, psicóloga consejera de escuela media del Colegio Bilingüe Richmond. “La adolescencia es una etapa de cambios intensos a nivel cerebral y emocional, y lo que vemos en el aula a menudo es solo una parte de la realidad del estudiante. Estrategias como la detección temprana, los talleres de inteligencia emocional y los espacios de diálogo seguro son claves, pero no funcionan en aislamiento”.
Entre las acciones destacadas del programa TYQUY se encuentran:
- Detección temprana: Se realiza mediante herramientas psicológicas y seguimiento personalizado que permiten identificar cambios en conductas o emociones.
- Espacios seguros de diálogo: Talleres y mentorías donde los estudiantes pueden expresarse sin ser juzgados.
- Formación en inteligencia emocional: Enseñanza de habilidades como autorregulación, empatía y resiliencia.
- Participación de familias: Capacitaciones y talleres para padres y cuidadores con el objetivo de reforzar el acompañamiento desde casa.
Desde la experiencia del Colegio Bilingüe Richmond, el acompañamiento emocional no es un complemento, sino un eje transversal de la formación. Así lo explicó Diego Cortés, director de Escuela Media de la institución: “La formación académica no puede estar desligada del desarrollo socioemocional de los estudiantes. En Richmond, esto es una prioridad. TYQUY no solo fortalece habilidades para la vida, sino que promueve una cultura escolar basada en el bienestar, la convivencia armónica y los valores institucionales”.
El programa, además, incorpora prácticas restaurativas, una metodología que permite abordar conflictos de forma constructiva, promoviendo la reflexión, la reparación del daño y el fortalecimiento de relaciones interpersonales. A través de círculos de diálogo y estrategias de mediación, los estudiantes asumen la responsabilidad de sus acciones y buscan soluciones que beneficien a toda la comunidad.
Para los padres y cuidadores, el compromiso no es menor. “Cuando las familias se involucran —estableciendo límites con empatía, fomentando la comunicación abierta y monitoreando el uso de tecnología—, los jóvenes internalizan mejor estas herramientas”, insistió la psicóloga Abella.
Entre las pautas clave que pueden adoptar desde casa, expertos del programa TYQUY recomiendan:
- Mantener una comunicación abierta, escuchando sin juzgar y validando emociones.
- Observar cambios de conducta como aislamiento, irritabilidad o bajo rendimiento escolar.
- Fomentar hábitos saludables, como un buen descanso, actividad física y tiempo sin pantallas.
- Trabajar en equipo con el colegio, participando activamente en los programas de formación emocional.
La serie Adolescencia, al presentar sin filtros el drama cotidiano de millones de jóvenes, ha servido como catalizador de una conversación urgente en Colombia. “En definitiva, la atención a nuestros adolescentes es una responsabilidad compartida”, concluyó Abella.