Aerosmith podría regresar para un gran último show

En un mundo musical que ha visto desaparecer leyendas sin un adiós apropiado, la historia de Aerosmith parece negarse a cerrar su telón de forma definitiva. La icónica banda de Boston, con más de cinco décadas de rock a cuestas, enfrenta una encrucijada entre la memoria y el renacer, impulsada por la recuperación de Steven Tyler, su vocalista y alma escénica, cuya mejoría ha devuelto la esperanza a millones de seguidores que aún sueñan con una despedida como se debe: sobre el escenario.

En agosto de 2024, la noticia de la cancelación de la gira “Peace Out” sacudió al mundo del rock. La banda solo alcanzó a completar tres presentaciones antes de que Tyler sufriera una grave lesión en las cuerdas vocales, diagnóstico que forzó la suspensión total del tour y un retiro que, aunque anunciado como definitivo, quedó sin ese cierre simbólico que une a artista y público. Fue un final abrupto, sin guitarras alzadas ni micrófonos cayendo al suelo, solo el silencio de una pausa forzada.

Sin embargo, el 5 de julio de 2025, esa pausa se llenó de un grito de esperanza. Steven Tyler apareció como invitado sorpresa en el evento “Back To The Beginning” de Black Sabbath, y su interpretación de “Walk This Way” —himno absoluto de Aerosmith— junto con “Whole Lotta Love” de Led Zeppelin, causó furor. No solo por lo inesperado del momento, sino porque evidenció que su voz, esa que marcó generaciones, está recuperándose. En redes sociales y foros de fanáticos, el tema volvió a ser tendencia: ¿está Aerosmith preparando su regreso?

La emoción se intensificó con las palabras de Joe Perry, guitarrista y cofundador del grupo, quien en entrevista con el programa Trunk Nation dejó entrever que no todo está dicho. “Siento que tiene que haber al menos un concierto más de Aerosmith”, declaró. Aunque no confirmó acuerdos ni fechas, su mensaje fue claro: la voluntad existe, pero el reloj corre al ritmo del proceso de recuperación de Tyler. El regreso, si llega, no será producto de la presión o la nostalgia, sino de la certeza de que es posible hacerlo con calidad y respeto por el legado de la banda.

Tom Hamilton, bajista del grupo, también expresó su deseo de volver a compartir escenario, aunque lo condicionó, como todos, al bienestar de Steven. “No planeamos forzar nada. El show final solo se hará si Steven está bien y lo desea tanto como nosotros”, dijo a Radioacktiva. Esta postura cautelosa ha sido bien recibida por los seguidores, quienes prefieren esperar un año más a cambio de una despedida genuina, que celebrar un regreso prematuro y forzado.

La historia de Aerosmith es sinónimo de persistencia. Fundada en 1970, la banda supo reinventarse en los 80, revivir en los 90, y mantenerse vigente en el nuevo milenio. Su sonido, mezcla de hard rock, blues y actitud callejera, cruzó generaciones. La gira “Peace Out” no solo era un adiós, sino un tributo viviente a esa historia. Por eso, su suspensión dejó inconcluso un capítulo que los fanáticos aún quieren ver cerrar con estruendo y gratitud.

Los rumores sobre un posible show único de despedida —quizás en Boston, ciudad natal del grupo— crecen con cada aparición pública, con cada palabra esperanzadora de Perry o Hamilton, y con cada nota entonada por Tyler. Aunque no hay planes oficiales ni fechas confirmadas, el contexto sugiere que las piezas se están alineando. Y eso basta para que la ilusión continúe latiendo fuerte.

Por ahora, el destino de Aerosmith permanece en suspenso. Pero el reciente espectáculo de Tyler fue más que una actuación: fue un mensaje. Uno que dice que, a veces, los finales no se escriben cuando se caen las luces, sino cuando los protagonistas deciden que es tiempo de encenderlas una vez más. Y cuando eso ocurra, no será solo un concierto: será el cierre merecido de una leyenda que, con cada acorde, enseñó al mundo cómo se camina sobre el rock.