Agro colombiano: crecimiento de áreas sembradas y producción de cultivos transitorios en 2025
Resumen
En el primer semestre de 2025, Colombia experimentó un crecimiento del 1,4 % en el área sembrada y un aumento del 6,5 % en la producción de cultivos transitorios, destacando al arroz y la papa por su significativo crecimiento.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
La Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA) presentó este jueves los resultados preliminares de las Evaluaciones Agropecuarias Municipales para cultivos transitorios durante el primer semestre de 2025, los cuales mostraron un sector agropecuario que mantiene una senda de crecimiento, específicamente con un aumento del 1,4 % en el área sembrada y un destacable incremento del 6,5 % en la producción de cultivos transitorios.
Este desempeño refleja la resiliencia del campo colombiano ante los desafíos climáticos y de mercado, así como los resultados de una planificación productiva basada en evidencia, en línea con las apuestas del Gobierno nacional por el ordenamiento alrededor del agua, la seguridad alimentaria y el fortalecimiento de la agricultura campesina, familiar, étnica y comunitaria.
Los cultivos transitorios en Colombia son aquellos con un ciclo de vida o de producción menor a un año, que requieren ser sembrados nuevamente después de cada cosecha, como el maíz, la papa, el arroz, la cebolla y el tomate, entre otros cereales, tubérculos y las hortalizas.
En el primer semestre de 2025, el área sembrada de cultivos transitorios se situó en 1,27 millones de hectáreas, lo que significó un incremento de 1,4 % frente al mismo periodo de 2024. Este resultado evidencia una expansión moderada del área agrícola, que se explica, principalmente, por el buen desempeño de los cereales, las raíces y tubérculos, y las oleaginosas.
Los cereales, con 756.800 hectáreas, continúan siendo el grupo de mayor relevancia, al representar el 60 % del total sembrado de cultivos transitorios en el primer semestre. Su crecimiento de 1,5 % ratifica la importancia de estos cultivos como base de la producción y como eje fundamental de la seguridad alimentaria.
En el caso de las raíces y tubérculos, la superficie alcanzó 307.900 hectáreas, lo que corresponde al 24 % del área total en transitorios y representa un aumento de 2,4 %. De igual manera, las oleaginosas registraron el mayor crecimiento relativo (3,8 %), alcanzando 70.600 hectáreas, reflejo de la diversificación hacia cultivos industriales que mantienen una demanda sostenida en los mercados.
Arroz y papa, protagonistas del crecimiento
Con más de 508.000 hectáreas sembradas durante el primer semestre de 2025, el arroz se consolida como el cultivo de mayor peso en la canasta agroalimentaria del país, creciendo un 2,6 % respecto al mismo semestre de 2024. La papa, por su parte, mostró un repunte notable, con un incremento del 15,7 % en el área sembrada y un salto del 15,8 % en la producción, alcanzando más de 2,14 millones de toneladas.
Estos resultados responden a mejores precios de la cosecha anterior y condiciones climáticas favorables para el desarrollo de los cultivos.
“También se destacan los cultivos de arveja y ñame, con crecimientos superiores al 29 % en producción, lo que sugiere un renovado interés por la diversificación y la inclusión de especies con alto potencial nutricional y comercial. Cabe resaltar que las Evaluaciones Agropecuarias Municipales permiten contar con información actualizada sobre la extensión de las siembras, la producción y los rendimientos agrícolas", indicó Lucía Mahecha, profesional especializada de la UPRA.
Más producción con mejores rendimientos
Durante el primer semestre de 2025 se alcanzaron 7,2 millones de toneladas en cultivos transitorios, con un rendimiento promedio de 9,5 t/ha —un 2,2 % más que en 2024—.
Este aumento se explica por la incorporación de prácticas agrícolas más sostenibles y eficientes, muchas de ellas impulsadas desde iniciativas institucionales en coordinación con los gobiernos territoriales.
El maíz, por ejemplo, creció 11,5 % en producción, con una mejora equivalente en rendimientos, mientras que las hortalizas, pese a una ligera caída en volumen, mantuvieron altos niveles de productividad con 24,6 t/ha en promedio.