¡Alarma ambiental! El Carrasco a un paso del cierre definitivo
Resumen
El relleno El Carrasco, que recibe más de mil toneladas de desechos diarios, podría cerrar debido a la falta de financiamiento, lo que provocaría una crisis de residuos en Bucaramanga y alrededores. Las autoridades buscan soluciones para evitar el colapso sanitario.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
A escasos días del 1ro de octubre, el área metropolitana de Bucaramanga enfrenta una emergencia sanitaria. El relleno sanitario El Carrasco, principal destino de los desechos sólidos de Bucaramanga, Floridablanca, Piedecuesta y Girón, dejará de operar a partir de esa fecha si no se logran acuerdos urgentes.
La Empresa de Aseo de Bucaramanga (EMAB) ha enviado una contundente notificación a los alcaldes metropolitanos, al Juzgado Quince Administrativo y a la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB). En el comunicado, la EMAB asegura que no pueden seguir recibiendo las más de mil toneladas de basura que llegan a diario, debido a la falta de recursos por parte de las alcaldías para financiar las obras de adaptación a las que se comprometieron.
Según la EMAB, el relleno ya no cuenta con la capacidad técnica necesaria para seguir operando, una situación que, de no resolverse, podría desencadenar una crisis de salud ambiental de proporciones masivas. La decisión de la empresa se ampara en las directrices del Juzgado Quince Administrativo, que ha ordenado mejoras en el relleno para prolongar su vida útil de manera provisional.
Este no es un problema nuevo. Desde hace años, la situación de El Carrasco ha sido objeto de disputas legales y técnicas. Si bien se han realizado esfuerzos para mejorar el manejo de los residuos, como la reducción de la población de gallinazos y la optimización de los procesos, el desafío de la disposición final sigue latente.
¿Qué sucederá el 1ro de octubre?
El cierre de El Carrasco, previsto para el inicio del próximo mes, obligaría a los municipios a buscar alternativas inmediatas para la disposición de sus desechos. Con más de un millón de habitantes en el área metropolitana, la suspensión de este servicio vital podría generar un caos en la recolección, con la acumulación de basura en las calles y un grave riesgo para la salud pública y el medio ambiente.
Las autoridades y la EMAB se encuentran en una carrera contra el tiempo para evitar un colapso en la gestión de residuos. El futuro de la "Ciudad Bonita" y sus municipios vecinos pende de un hilo, y la solución parece estar en manos de los mandatarios locales.