Resumen
La Alcaldía de San Gil y la comunidad de Santa Bárbara inauguraron el tercer tramo de placa huella. Este proyecto, realizado mediante convenios solidarios, mejora la calidad de vida al mejorar la conectividad y asegurar un tránsito eficiente y seguro.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)La vereda Santa Bárbara, ubicada en el municipio de San Gil, fue escenario de un importante avance en infraestructura, con la entrega del tercer tramo de placa huella. Esta obra, construida mediante un convenio solidario con la Junta de Acción Comunal (JAC), representa un paso significativo en la mejora de la calidad de vida de sus habitantes, especialmente en la zona rural del municipio.
El evento contó con la presencia del alcalde de San Gil, Edgar Orlando Pinzón Rojas, quien expresó su satisfacción por la realización de este proyecto que, según él, refleja el compromiso de su administración con las comunidades más necesitadas. “Realmente estas son las situaciones que le dan a uno una inmensa alegría llegar a una comunidad. Todo esto que hoy estamos observando, y que incluso en el trayecto que hicimos, da una visión total de lo que ustedes están viviendo”, dijo el alcalde, al referirse a las dificultades que enfrentan las comunidades rurales.
El alcalde destacó la diferencia entre la vida en el campo y la de las ciudades, haciendo hincapié en la importancia de estos proyectos para reducir la brecha de desarrollo. “Aspiramos y estamos seguros que la constante de esta administración es que todo tiene que hacerse con ustedes, a través de la gente. No es nuestro interés contratar ingenieros y empresas de fuera, sino maximizar los recursos y garantizar que las obras perduren”, añadió Pinzón Rojas.
Por su parte, el Ingeniero Edward Árbenz Quintero Araque, jefe de la Oficina de Planeación de San Gil, también expresó su satisfacción por la materialización de este proyecto, que forma parte de una serie de convenios solidarios entre la administración municipal y las JAC. En su intervención, destacó la importancia de estos convenios para la realización de obras que mejoran la infraestructura de las zonas rurales de San Gil. “Los convenios solidarios son una realidad en esta administración. Hoy estamos inaugurando cerca de 50 metros lineales de placa huella que contribuyen al mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de esta zona”, señaló.
Árbenz Quintero explicó que la colaboración entre la comunidad y la administración municipal ha permitido optimizar los recursos, ya que los habitantes de las veredas no solo aportan mano de obra, sino que también colaboran con materiales. Este enfoque ha resultado en un ahorro significativo, lo que ha permitido que el presupuesto destinado a la obra sea mucho más eficiente. “Gracias a estos convenios, hemos logrado llevar más de 170 metros lineales de placa huella en tres sectores, a un costo mucho menor que si hubiésemos contratado a empresas externas”, afirmó el funcionario.


Comunidad unida
En cuanto a la logística de la obra, el presupuesto destinado a la construcción del tercer tramo de placa huella fue de aproximadamente 50 millones de pesos, una parte importante de los cuales fue cubierta por la alcaldía. Luz Inés Rodríguez Ruiz, tesorera de Santa Bárbara, agradeció el apoyo recibido y destacó la participación activa de la comunidad. “La gente estuvo muy unida y colaboradora. A pesar de que la Junta era pequeña, logramos avanzar con mucho trabajo y el acompañamiento de todos. La colaboración de la comunidad fue clave para el éxito de este proyecto”, afirmó Rodríguez.
La tesorera también destacó la importancia de la ayuda recibida por parte de la administración municipal para la financiación de la obra. “Lo que contribuyó la alcaldía fue un presupuesto de 50 millones de pesos. Con este recurso, se construyeron 55 metros de placa huella, lo que mejorará considerablemente la conectividad en la vereda”, comentó Rodríguez Ruiz.
Wilson Ortiz González, revisor fiscal de la vereda Santa Bárbara, también expresó su satisfacción por la calidad de la obra. Según Ortiz, la comunidad se benefició enormemente, ya que la carretera de la vereda San José, que conecta con Santa Bárbara, era muy difícil de transitar debido al mal estado del terreno. “En la vereda San José, más de 200 familias se verán beneficiadas por esta placa huella. La obra quedó excelente y la comunidad estuvo muy involucrada en todo el proceso”, dijo Ortiz.

La construcción de la placa huella no solo optimiza la movilidad, sino que impulsa la integración de la zona rural con el área urbana. Esto mejora el acceso a servicios esenciales, como educación y salud, además de fortalecer la economía local al garantizar un tránsito seguro y eficiente para productos agrícolas y transporte de habitantes. Mediante convenios solidarios, la administración de San Gil continúa trabajando en una infraestructura más moderna e inclusiva para todas las comunidades.