Alerta por infiltración guerrillera en cuarteles militares de Colombia

El Ejército de Colombia está investigando si varios soldados de un batallón en el departamento de Putumayo, donde un soldado raso asesinó el lunes 26 de febrero, a tres militares, son infiltrados del ‘Frente Carolina Ramírez’ del Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de las FARC. El fracaso de la inteligencia militar, por el retiro de los altos estrategas que fueron llamados a calificar servicios por el Presidente Gustavo Petro Urrego y por el Ministro de Defensa, Iván Velásquez Gómez, pone al descubierto el peligro de hechos muy graves derivados de la política de ‘Paz Total’, que ha sido un negocio pactado en las cárceles del país por miembros del entorno familiar del actual presidente de Colombia.

El comandante de la Sexta División del Ejército, Brigadier General Miller Nossa, aseguró que tres uniformados tenían conocimiento del ataque, por lo que ya están "haciendo lo correspondiente con el comando y de esta manera ponerlos a disposición de las autoridades para que aclaren estos hechos". El ataque fue perpetrado el lunes por un recluta en el Batallón de Selva Número 49, ubicado en La Tagua, una remota aldea del Putumayo, y fueron asesinados el capitán Juan Pablo Herrera Mazo, el sargento segundo Carlos Rojas y el soldado Yoandris Mejía, mientras que otro militar resultó herido.

Como cabecilla de la infiltración guerrillera fue identificado y capturado el soldado regular Alexander Orozco Zambrano junto con otra persona en el corregimiento la Tagua, en Puerto Leguízamo, departamento de Putumayo", indicó el Ejército. Las Fuerzas Militares explicaron que cuando Orozco fue hallado "intentó agredir a los uniformados con el arma de fuego de dotación que se había robado de los cuarteles".

Se supo que el soldado Orozco Zambrano falleció a consecuencia de las heridas de bala ocasionadas por varios militares que actuaron en defensa de su personal uniformado. El Estado Mayor Central de las FARC es liderado por alias Iván Mordisco, quien no firmó el acuerdo de paz de 2016, pero negocia actualmente con el Gobierno un nuevo proceso de paz, que tiene como condición la legalización del narcotráfico en Colombia. Este grupo armado de las disidencias de las FARC está buscando proteger los extensos cultivos de coca en varios departamentos del sur del país, donde el tenebroso bandido Iván Mordisco se ha declarado jefe militar de varios departamentos, mientras avanza la producción cocalera que les produce centenares de toneladas de estupefacientes cada año. El presidente Petro ha tolerado las acciones criminales de alias ‘Iván Mordisco’, que está considerado como uno de los mayores narcotraficantes del mundo y ha presado oídos sordos a la inteligencia militar. ¿Será posible que la clase dirigente de Colombia se quede callada?