Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)El muy extenso proceso penal en los Estados Unidos contra el general venezolano Clíver Antonio Alcalá Cordones, porsus estrechos vínculos con la guerrilla de las Farc en Colombia, ha dejado a su paso una historia marcada por el apoyo más ferviente a Hugo Chávez, el odio a Nicolás Maduro y la determinación de contar lo que por años fue un secreto a voces en el régimen que hundió a Venezuela en una crisis económica y política sin precedentes en la historia de la humanidad.
Las revelaciones ponen en evidencia y en problemas a varios integrantes del séquito chavista y excomandantes de las Farc en Colombia, hoy revestidos de impunidad ante la Justicia Especial para la Paz (JEP), como Rodrigo Londoño Echeverry, alias Timochenko. El General Alcalá contará la relación de las Farc con el llamado Cartel de los Soles, que es, en plata blanca, la operación de tráfico de estupefacientes que compromete a los más altos militares venezolanos, al fallecido Hugo Chávez, y su heredero del régimen, Nicolás Maduro, en sociedad con las Farc.
La historia de Alcalá, una de las caras más conocidas y resonantes del chavismo, da para todo. Tras defender a muerte las ideas de Hugo Chávez, tomó la decisión de unirse con un grupo de exboinas verdes estadounidenses para ejecutar una incursión el 3 y 4 de mayo de 2020, buscando derrocar a Nicolás Maduro, en la denominada Operación Gideon. El operativo, planeado desde suelo colombiano, resultó un absoluto fracaso. Tras esto, tomó la decisión de entregarse a las autoridades y responder ante los Estados Unidos, que lo requería por gravísimos delitos relacionados con terrorismo, narcotráfico, lavado de activos, sobornos y la relación con organizaciones criminales.
En el documento presentado ante un juez y defendido por el abogado del general chavista, se menciona claramente que la organización del ‘Cartel de los Soles’ se fundó en medio de las fallidas negociaciones de paz con las Farc en San Vicente del Caguán, a finales de la década de los 90 y “fue liderado por el desaparecido presidente Hugo Chávez” y posteriormente por Nicolás Maduro, quien asumió las funciones de control del tráfico de drogas.
El general en retiro –quien se enorgulleció en decir que él era parte de las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas de Venezuela– fue claro en narrar los sobornos que recibían altos mandos militares del vecino país y personas del círculo cercano de Chávez y Maduro para traficar cocaína por la frontera con Colombia rumbo a los Estados Unidos. Para demostrar los estrechos nexos entre las Farc y el chavismo, Alcalá citó lo ocurrido en el 2008, cuando en el Estado costero de Falcón fue detenido con nada más y nada menos que con 35 toneladas de cocaína que movilizaba como Pedro por su casa en siete camiones militares para ser embarcadas rumbo a los Estados Unidos.
Fue tan importante y precisa su colaboración, que las rígidas normas de los Estados Unidos aflojaron, modificando la fuerte acusación a delitos menores para la justicia de ese país, como ayudar a una organización terrorista extranjera, por lo que la pena propuesta quedó ampliamente reducida a no más de 30 años. La defensa de Alcalá pidió que se tuvieran en cuenta todos los detalles desconocidos y se fijara una sentencia de seis años de cárcel y que se tenga en cuenta los cuatro que ya lleva tras las rejas. ¡Y pensar que la dictadura venezolana está manejada por un grupo de bandidos internacionales que tienen el apoyo de otras organizaciones terroristas en el mundo y del gobierno de Gustavo Petro en Colombia?