Alias 'Guillermo 7 vidas' fue asesinado en Ocaña por "Justicia revolucionaria"
Resumen
Alias 'Guillermo 7 Vidas' fue ejecutado por el Epl, acusado de traición y acciones contrarrevolucionarias, en un juicio impulsado por el Frente de Guerra Libardo Mora Toro.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Las autoridades lograron identificar a la víctima del macabro hallazgo ocurrido en la noche del jueves 2 de octubre, en la vereda Oropoma, sobre la vía que conecta Ocaña con Ábrego. El hombre, encontrado con múltiples impactos de bala y las manos atadas a la espalda, respondía al nombre de Wilson Enrique Rodríguez Carrero, alias ‘Guillermo 7 Vidas’ o ‘Aguirre’.
Horas después de la diligencia judicial, la autoría del homicidio fue confirmada por el grupo armado Ejército Popular de Liberación (Epl), a través de su Frente de Guerra Libardo Mora Toro, que emitió un comunicado público atribuyéndose el crimen bajo la figura de un “juicio revolucionario” por traición.
El hallazgo y la escena del crimen
El cuerpo de Rodríguez Carrero fue descubierto por conductores que transitaban la zona y notaron un bulto abandonado en una canaleta al costado de la carretera. La escena era dantesca: la víctima se encontraba tendida boca abajo, con las manos fuertemente atadas con un cordón y presentando heridas de bala aún recientes.
Debido a las condiciones de seguridad en la zona rural, el levantamiento no pudo realizarse de inmediato por las autoridades, siendo un servicio funerario local el encargado de trasladar el cuerpo, que inicialmente no portaba documentos que permitieran su identificación.
La sentencia por “traición”
El comunicado del Epl, difundido tras la identificación del occiso, reveló que la víctima era un antiguo miembro de su estructura, de 29 años. El grupo explicó que la “difícil y fatídica decisión” fue tomada debido a que Rodríguez Carrero habría violado el reglamento interno y atentado contra la jerarquía de la organización.
Según el Epl, alias ‘Guillermo 7 Vidas’ abusó de la confianza que le fue otorgada, llegando a ser asignado a funciones de liderazgo. Sin embargo, posteriormente habría incurrido en un plan “contrarrevolucionario” buscando quedarse con el control de la estructura, autoproclamándose “comandante máximo” de forma ilegítima.
Las acusaciones del grupo armado incluyen la sustracción de material bélico para beneficio personal y la grabación de un video, “al estilo paramilitar”, en el que instaba a gremios de la región a desconocer la autoridad del Epl.
El grupo calificó su ajusticiamiento como una “decisión dolorosa, pero necesaria” para preservar la estructura interna, declarándolo culpable de traición y condenándolo bajo su propia “justicia revolucionaria”. La ejecución a bala, con las manos atadas, se ejecutó como un claro mensaje de disciplina interna.
