Resumen
Jacinto Alberto Soto Toro, alias Lucas, fue condenado a 40 años de prisión por el asesinato de tres agentes del CTI. Se le considera clave en el paramilitarismo, especialmente en las finanzas de las AUC. La Jurisdicción Especial para la Paz reactivó la investigación del caso 'parqueadero Padilla'.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Jacinto Alberto Soto Toro, alias Lucas, ha sido condenado a 40 años de prisión por su participación en el asesinato de tres agentes del CTI de la Fiscalía, ocurrido hace 25 años. El fallo fue dictado por el Tribunal Superior de Medellín, que consideró a Soto Toro como un actor clave en el paramilitarismo, especialmente en relación con las finanzas de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Soto Toro, conocido como el cerebro financiero de los hermanos Carlos y Vicente Castaño, estaba encargado de manejar las finanzas del grupo paramilitar, incluidas actividades ilícitas en el parqueadero Padilla en Medellín. Este predio fue clave para la investigación sobre el financiamiento de las Autodefensas de Córdoba y Urabá.
Los agentes asesinados, Manuel Guillermo López Umaña, John Jairo Ruiz y Luis Fernando González, estaban investigando estos vínculos financieros. La sentencia revela que Soto Toro no solo recaudaba fondos sino que también mantenía relaciones con empresarios y autoridades, y sobornaba a funcionarios para obtener información sobre operativos en su contra.
La recaptura de Soto Toro en 2021 se basó en su presunta implicación en varios homicidios y su rol en la planificación de estos crímenes. El caso también destaca su participación en la infiltración paramilitar en la fuerza pública y en la administración de recursos para actos violentos, incluyendo los homicidios de Jaime Garzón y Jesús María Valle.
El Tribunal negó cualquier beneficio de suspensión condicional de la ejecución de la sentencia o prisión domiciliaria, subrayando la gravedad de los crímenes. Mientras tanto, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ha reactivado la investigación del caso ‘parqueadero Padilla’, buscando esclarecer la financiación del paramilitarismo en Antioquia. El testimonio de Soto Toro podría ofrecer información crucial sobre el flujo de recursos y la estructura financiera del grupo paramilitar.
