Álvaro Uribe confirma su regreso al Senado en 2026
Resumen
Álvaro Uribe, a sus 74 años, regresa a la política como candidato al Senado en 2026, ocupando el puesto 25 en la lista del Centro Democrático. Aunque enfrenta un proceso judicial, su candidatura puede proceder sin impedimento jurídico mientras no exista una sentencia firme.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)La lista del Centro Democrático será cerrada, una apuesta que busca cohesionar a la colectividad y movilizar el voto de opinión. Para su conformación se creó un comité evaluador que tendrá la tarea de ordenar los nombres en función de criterios como formación académica, trayectoria política, reputación, representación regional e identificación con los principios del partido y Uribe estará en el renglón No. 25, buscando afianzar una presencia mayoritaria en el Congreso de la República.
Por Camilo Ernesto Silvera Rueda - Redacción Política / EL FRENTE
A los 74 años, el expresidente Álvaro Uribe Vélez volverá a la arena electoral como candidato al Senado en las elecciones legislativas de marzo de 2026. Así lo confirmó este miércoles el director del Centro Democrático, Gabriel Vallejo, quien anunció que el exmandatario ocupará el puesto número 25 en la lista cerrada que prepara el partido para la cámara alta.
“Si los temas judiciales lo permiten, el presidente Uribe será el número 25 en la lista. Ese es el único lugar que tenemos definido”, explicó Gabriel Vallejo al precisar que la colectividad aspira a obtener al menos 25 senadores en los próximos comicios.
La noticia marca un giro en el panorama político nacional: Uribe, condenado en primera instancia a 12 años de prisión por el caso de manipulación de testigos, enfrenta actualmente la revisión de su proceso en segunda instancia por parte del Tribunal Superior de Bogotá.
La pregunta que surge es si un condenado en primera instancia puede ser candidato. La respuesta es sí. La legislación colombiana permite que un ciudadano se presente a elecciones mientras no exista una sentencia firme en segunda instancia o ejecutoriada, tal y como ocurre en el caso del expresidente pues su condena de primera instancia es virtualmente inexistente mi9entras se encuentre en fase de apelación.
Dicho de otra manera, la aspiración de Uribe, aunque polémica, no tendría impedimento jurídico inmediato.
El peso político del anuncio
La confirmación de la candidatura del exmandatario sacude el proceso interno del Centro Democrático. Hasta ahora, el partido había mostrado lentitud en la conformación de sus listas, en contraste con el Pacto Histórico, que ya definió buena parte de sus aspirantes.
Uribe es el primer nombre confirmado incluso le propuso a la senadora Paloma Valencia encabezar la lista. Ella, sin embargo, mantiene su precandidatura presidencial y no ha aceptado.
Así es, el expresidente no será el primero en la lista, como lo hizo en 2014 cuando logró más de 875.000 votos, la mayor votación individual al Senado en la historia reciente, sino que decidió ubicarse en el renglón 25, número que marca la meta de curules que el partido espera alcanzar.
“Es una decisión del propio presidente Uribe, no una imposición de la dirección. Para el partido es un honor que esté en la lista en un momento tan difícil para Colombia”, puntualizó Vallejo.
Adicionalmente, se inició un proceso de depuración interna: todos los actuales congresistas uribistas serán evaluados por una firma de análisis político, con el fin de medir su gestión legislativa, actividad y aportes. Según fuentes internas, no todos repetirán en las listas de 2026.
Por otra parte, y no hay que negarlo, el regreso de Uribe busca revitalizar al Centro Democrático, golpeado tras la impopularidad del gobierno de Iván Duque (2018-2022) y la pérdida de curules en el Congreso en las elecciones de 2022. El partido pretende cerrar sus listas en Bogotá y Antioquia, donde concentra su mayor caudal de votos de opinión, y mantener esquemas abiertos en otras regiones para atraer apoyos de estructuras políticas locales.
Álvaro Uribe Vélez ya tiene una trayectoria en el Senado. Fue congresista liberal entre 1986 y 1994 y regresó en 2014 como cabeza de lista del recién creado Centro Democrático, cargo que mantuvo hasta 2020. Su salida estuvo marcada por el inicio del proceso judicial por manipulación de testigos, que lo convirtió en el primer expresidente colombiano condenado en un tribunal penal.