Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Un hombre residente en Arizona, identificado como Mark Adams Prieto, ha sido acusado por fiscales federales de conspirar para llevar a cabo un tiroteo racial en un concierto de Bad Bunny en Atlanta, en un aparente intento de provocar una guerra racial previa a las elecciones presidenciales.
Según los informes, Prieto, de 58 años, planeaba llevar a cabo el ataque utilizando rifles semiautomáticos que había adquirido mediante acuerdos en efectivo o intercambios para evitar la detección por parte de los reguladores de armas. La investigación, desencadenada por una fuente que había reclutado para participar en el plan, reveló que Prieto creía que la ley marcial se implementaría poco después de las elecciones de 2024 y que un tiroteo masivo debería ocurrir antes de ese momento.
El presunto perpetrador había elegido Atlanta como su objetivo, argumentando que los afroamericanos habían convertido la ciudad en un foco de delincuencia. En sus conversaciones con la fuente y un agente encubierto del FBI, Prieto expresó su deseo de matar a un grupo de personas en un concierto de rap, asesorando a sus cómplices potenciales a usar sudaderas con capucha para infiltrarse sin llamar la atención.
Además, se descubrió que Prieto planeaba dejar banderas confederadas en el lugar del ataque y gritar consignas racistas durante el incidente. Incluso llegó al extremo de esconder armas cerca del lugar del concierto antes de viajar por todo el país para llevar a cabo su plan.
Aunque Prieto admitió haber hablado de llevar a cabo el tiroteo masivo cuando fue arrestado en mayo, negó tener la intención de seguir adelante con el ataque. Sin embargo, enfrenta cargos graves que incluyen posesión de un arma de fuego no registrada, tráfico de armas de fuego y transferencia de un arma de fuego para su uso en un delito de odio. Si es declarado culpable, podría enfrentar hasta 40 años de prisión.
Este caso ha generado preocupación y destaca la importancia de la vigilancia y la acción preventiva contra el odio racial y la violencia armada en los Estados Unidos. Las autoridades continúan investigando el asunto para garantizar la seguridad pública y prevenir futuros actos de violencia motivados por el odio.