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Arzobispo más crítico con el Papa fue excomulgado

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Resumen

El arzobispo italiano Carlo María Vigano fue excomulgado del Vaticano por cisma, es decir, dividir la Iglesia al negar la autoridad del papa Francisco. La medida puede impactar a los círculos ultraconservadores, principalmente en EE. UU., donde se critica al pontífice.

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Por el delito de ‘cisma’. El arzobispo italiano Carlo María Vigano, crítico feroz con el papa Francisco, al que tacha de “usurpador”, ha sido excomulgado tras ser hallado culpable del delito de “cisma”, es decir, de dividir la Iglesia.

La Congregación vaticana para la Doctrina de la Fe, dirigida por el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, confirmó la sentencia en un breve comunicado, alegando sus “conocidas afirmaciones públicas” en las que el monseñor se niega a someterse al pontífice.

El Vaticano anunció la excomunión del arzobispo italiano ultraconservador por rechazar la autoridad del papa Francisco.

Carlo María Vigano, de 83 años, que fue citado en junio ante la justicia de la Santa Sede, fue excluido de la Iglesia católica por "su negativa a reconocer y someterse al sumo pontífice… conocemos sus declaraciones públicas que muestran la negativa (...) de comunión con los miembros de la Iglesia", afirmó el Dicasterio para la Doctrina de la Fe en un comunicado.

Esta medida excepcional podría tener un fuerte impacto en los círculos ultraconservadores, especialmente en Estados Unidos, donde la oposición al pontificado del papa argentino es fuerte.

Vigano, de 83 años, fue nombrado arzobispo en 1992 por Juan Pablo II y luego, entre otros cargos, ejerció como nuncio embajador en Nigeria hasta 1998 y entre 2011 y 2016 en Estados Unidos, donde se congrega un importante núcleo de críticos con el papa argentino.

En los últimos años, no ha escondido su confrontación con Bergoglio y en 2018 le acusó abiertamente de conocer los abusos sexuales del cardenal estadounidense Theodore McCarrick, a quien el pontífice más tarde expulsaría del sacerdocio por sus conductas, llegando incluso a solicitar su renuncia.

En estos años ha tildado a Francisco de “herético”, “tirano” y “siervo de Satanás”, puesto en duda su elección en el cónclave de 2013 y atacado duramente algunas de sus decisiones, sobre todo las más aperturistas, como el documento ‘Fiducia Supplicans’ (2023) que permite una bendición informal de parejas homosexuales.

Es patrón de la fundación ultraconservadora ‘Exsurge Domine’, que tiene por misión “ayudar a los religiosos perseguidos por su fidelidad a la tradición” (el nombre alude a la bula del 1520 contra las herejías de Martín Lutero firmada por León X).

El 28 de junio, cuando se le comunicó la apertura del juicio canónico, lo consideró “un honor” en sus perfiles de la red social X. Entonces calificó entonces al Concilio  Vaticano II (1962-1965) de “cáncer ideológico, teológico, moral y litúrgico” y tildó la “Iglesia Bergogliana”, la del papa Bergoglio, de “metástasis”.

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