Su hermano le habría quitado la vida por herencia familiar
Resumen
Rafael Salazar fue asesinado por su hermano, Ramiro, en Ocaña debido a una disputa por la herencia familiar. La avaricia y el conflicto económico llevaron al fratricidio, conmocionando a la comunidad. Ramiro se entregó a las autoridades pero negó los cargos.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Un brutal asesinato conmovió al sector Pedro Páez, de Ocaña, la noche del viernes 18 de julio, cuando Rafael Salazar, conocido como "el Coyote", de 60 años, fue hallado sin vida en su taller. La sorpresa fue mayúscula al conocerse que el presunto autor del crimen es su propio hermano, Ramiro Salazar Rangel, de 66 años, quien se entregó voluntariamente a las autoridades.
El móvil del asesinato, según las primeras investigaciones y el testimonio de la viuda, habría sido una disputa por una herencia familiar, específicamente el taller donde ambos trabajaban y cuyas ganancias eran fuente de frecuentes discusiones. La esposa de Rafael expresó en redes sociales el dolor por la "avaricia y la envidia" que llevaron a su cuñado a arrebatarle la vida a su esposo.
Familiares descubrieron la macabra escena cerca de las ocho de la noche, al forzar la puerta del taller tras varias horas sin noticias de Rafael. Lo encontraron tendido en el suelo con un orificio de bala en la mandíbula. Testigos habían oído estruendos horas antes, confundiéndolos con ruidos de motocicletas.
Ramiro Salazar Rangel enfrenta cargos por porte ilegal de armas de fuego y homicidio agravado, aunque no los aceptó. Este suceso pone de manifiesto cómo conflictos familiares, exacerbados por disputas económicas, pueden derivar en desenlaces fatales. La comunidad de Ocaña sigue consternada por este fratricidio.