Atípicas, sin típicas
Resumen
Bucaramanga enfrenta una elección sin precedentes: ocho candidatos compiten por la alcaldía, pero el foco está en el voto de opinión y no en la maquinaria política. Esto refleja un cambio hacia una política basada en preparación y transparencia.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Bucaramanga avecina una jornada electoral sin precedentes, en menos de un mes se llevarán a cabo las elecciones atípicas para elegir el burgomaestre de la capital santandereana para los próximos 2 años. En la contienda por la alcaldía hay 8 candidatos que en cuestión de días han empezado a subir o bajar en el termómetro de las encuestas y sorprendentemente no hay ni una sola mujer.
Las maquinarias y estructuras luchan por el poder de la ciudad mientras que los Bumangueses de a pie siguen demostrando una vez más que en Santander el fenómeno del voto de opinión es una fuerza que pone alcalde en la Bonita.
Es muy común hoy escuchar en cada esquina, cada barrio, cada comuna a los mismos ciudadanos hacer sus propias mediciones. Sin duda, en la ciudad se logró imponer una nueva forma de hacer política, caminando las calles, tocando las casas, sin reuniones grandes, sin buses, sin lechona ni tamal. Hoy el Bumangués ya no come de cuento, en la ciudad ya hay que demostrar que es, que ha hecho y justificar con razones por que cada candidato es la mejor opción.
Pero esto no es sólo nuevo de Bucaramanga y Santander, en general en el país, los colombianos ya cansados de los mismos con las mismas han intentado por medio de la democracia dar un nuevo rumbo a los hilos del poder. La política hoy ya no es como antes, la improvisación pasa factura, el desorden se paga con votos, las maquinarias perdieron credibilidad y hoy lo verdaderamente importante es la preparación, el orden, el trabajo duro y el esfuerzo por demostrar con hechos, razones y gestión por qué si o por qué no.
Estas elecciones son muy peculiares, el que quiera llegar a dirigir el palacio municipal no la tiene fácil, el periodo de campaña es muy corto, la fecha es más comercial y familiar que política, no hay mucho conocimiento de los ciudadanos en el proceso electoral, hubo muy poco tiempo de planeación, y hoy sólo queda tiempo para demostrar lo que ya se ha hecho y que se estaba preparado y listo para gobernar y no solo para aparecer en época de campaña.
La alcaldía de Bucaramanga dejó de ser un premio político y se convirtió en un reto, cada vez más difícil de alcanzar con politiquería, alianzas y dinero, día a día más ciudadanos se unen en torno al trabajo organizado para derrotar a quienes por décadas han visto la política como un negocio.
Sin duda, la política ha dejado de ser un premio y se ha convertido en el reto de los ciudadanos por servir de verdad, con convicción, organización y transparencia a la comunidad. Este 14 de diciembre Bucaramanga demostrará una vez más que el voto de opinión cuenta y que no debe ser ignorado o tomado a la liguera.