Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)El estigma de ciudad violenta que carga Barrancabermeja desde hace más de siete décadas, se ha convertido en indeleble tras la ola de asesinatos descerrajada en la capital petrolera de Colombia, durante los primeros cuatro meses del presente año.
Las cifras señalan que van cuarenta y cuatro muertes por sicariato en el primer cuatrimestre y las autoridades del Puerto Petrolero brillan por su inacción y la falta de capacidad para contener esa violencia desmesurada y carecen de velocidad para esclarecer los asesinatos y llegar hasta los culpables para llevarlos ante la justicia.
Barrancabermeja está sitiada por la muerte y no hay dolientes que entren a buscar prontas soluciones que libren a la aterrada comunidad de esos asesinos que la convirtieron en ‘ciudad peligro’ y en el territorio donde más muertes se han producido en el presente año.
Esta ciudad santandereana, situada a orillas del río Magdalena, arrastra una historia de violencia enmarcada en las luchas guerrilleras y paramilitares, con miles de muertos y desaparecidos, en una larga estela de sangre y fuego eternizados en la insensibilidad e indolencia de una Nación que se acostumbró al escabroso negocio de la guerra.
Esa violencia inmarcesible, colgada al cuello de la historia barranqueña, aparece con cada asesinato procedente de los mercaderes de la muerte que convirtieron el territorio petrolero en campo de luchas intestinas por adueñarse del microtráfico de estupefacientes en la zona urbana.
Este es el momento oportuno para que las autoridades policiales, Fiscalía, Gobernación y Alcaldía de Barrancabermeja, emprendan acciones contundentes contra el crimen en ‘La Bella Hija del Sol’, porque la gran cantidad de asesinatos sólo es la reafirmación de que la seguridad, en Barrancabermeja, les quedó grande y los delincuentes ya les han ganado mucho terreno, el cual se tendrá que recuperar a toda costa, para pacificar la ciudad y devolverle la tranquilad a sus habitantes.
Según algunos líderes sociales del Puerto Petrolero, los delincuentes llegan desde departamentos vecinos como Bolívar y Cesar o del Catatumbo, ingresan a la zona barranqueña, cometen los asesinatos y luego retornan a sus sitios de origen, todo con el objetivo de causar terror y desplazar a los negociantes del narcomenudeo para adueñarse de los corredores de distribución y venta y otro tipo de actividades ilícitas.
Los Consejos de Seguridad no han servido para nada, porque los resultados son intrascendentes. Es por esto que se deben emprender acciones, más allá de los puestos de mando unificados, que les asesten golpes contundentes a esas bandas criminales, a los grupos emergentes y a la delincuencia común, los cuales campean incólumes por la falta de eficacia de las autoridades, para exterminarlas.
Exigimos que se le brinde un trato especial a Barrancabermeja para detener la violencia y acabar con los sicariatos, a habida cuenta de que esta ciudad es la que más le aporta al PIB del departamento y no queremos que, por la inercia de las autoridades, vuelva a ser un territorio que se distinga por la violencia y no por la gran riqueza que ostenta y por la dinámica económica que le aporta a Santander y a Colombia.