Resumen
Un panfleto atribuido a las FARC ordena la expulsión de ciudadanos en Barrancabermeja, generando pánico con amenazas de muerte. La violencia descontrolada y falta de seguridad reflejan una crisis que requiere intervención urgente del Estado.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Barrancabermeja se ha convertido en el epicentro de una violencia despiadada y en el escenario de amenazas que pretenden sembrar el pánico entre sus ciudadanos.
La reciente aparición de un panfleto amenazante, atribuido a las disidencias de las FARC y firmado por el Frente 12 del Magdalena Medio, agrava una situación ya insostenible.
En un comunicado difundido el 21 de febrero de 2025, se detalla un plan denominado "Plan Retoma de Barrancabermeja", que convoca a la expulsión de ciudadanos, señalándolos como objetivos militares, bajo amenaza de muerte si no abandonan el Puerto Petrolero en un plazo perentorio de doce horas.
La audacia de este panfleto evidencia tanto la capacidad operativa de estas disidencias como el agravamiento de una crisis que tiene a la ciudad al borde del colapso.
Hombres y mujeres de todas las edades han sido blanco de sicarios y el registro de treinta y nueve muertes violentas en lo que va del año refleja la incapacidad de las autoridades para garantizar la seguridad en una zona de alta relevancia estratégica para Santander y el país.
Amenazas explícitas, que aseguran "Sabemos dónde viven, sabemos dónde se dirigen, tenemos apoyo de inteligencia y observancia en todos los barrios", han generado un clima de terror que desgarra la tranquilidad de toda la comunidad de bien.
Las disidencias justifican estas acciones con el argumento de un "desgobierno" y la inoperancia policial, alegan que la situación se ha salido de control y que les compete a ellos retomar la ciudad.
Este pretexto resulta inadmisible y demanda una respuesta inmediata del Estado, que debe reforzar sus medidas de seguridad y restablecer el orden en Barrancabermeja.
La población, atrapada en medio de una espiral de violencia, exige respuestas claras y acciones efectivas que pongan fin a la impunidad y a la anarquía que imperan en sus calles.
Ante este panorama, es imperativo que las autoridades actúen sin demora, implementen estrategias de inteligencia y fomenten la cooperación con la comunidad para desmantelar estas redes armadas.
El panfleto amenazante se erige como un lúgubre recordatorio de que la violencia y el miedo buscan instaurar un control absoluto en un territorio que ya fue escenario del terrorismo de los grupos armados y que ahora amenazan con regresar.
Barrancabermeja merece un presente y un futuro sin intimidación, en el que la justicia, la seguridad y el respeto por la vida prevalezcan sobre el terror y la desesperanza que quieren sembrar los terroristas.
Es hora de que el Estado y la sociedad se unan para erradicar este flagelo y devolver a la ciudad la paz que tanto necesita. Es imprescindible que las autoridades actúen con decisión para restaurar la paz sin mayores dilaciones.
El persistente clima de violencia y las amenazas constantes reflejan un desafío que va más allá de un simple conflicto territorial, es una lucha por la dignidad y la vida de cada habitante del Distrito de Barrancabermeja.