Belkis, la mujer que cosió sus sueños con hilo del SENA

A veces los sueños llegan vestidos de tela y costuras. Y otras veces, como en el caso de Belkis Palacio, llegan envueltos en perseverancia, pasión y una máquina de coser que nunca se detiene.

Desde los 18 años, Belkis Palacio encontró en la confección un oficio que le daba sentido a sus días. Modista de corazón, comenzó su camino profesional cosiendo a pulso su futuro. Sin embargo, en su interior sabía que algo le faltaba. “Durante mi trayectoria me di cuenta de que necesitaba más fortalezas, más conocimientos”, recuerda. Fue entonces cuando fijó su mirada en el SENA.

El camino no fue fácil. Intentó ingresar seis veces… y seis veces recibió un “no”. Pero Belkis no se rindió. “La séptima vez dije: esta es la vencida, ya no me inscribo más. Y gracias a Dios, esta vez sí fue”, cuenta con una sonrisa que mezcla orgullo y gratitud. Y así fue como comenzó su verdadera transformación.

En el SENA no solo encontró la formación técnica que tanto anhelaba, sino también una comunidad que creyó en ella. “Pensé que iba a ser difícil, pero como amo mi profesión, me fue súper bien. Tuve mucho apoyo de mis instructores, la líder, la psicóloga… todos dejaron una huella muy grande en mi corazón”, asegura emocionada.

Belkis se graduó como patronista y no tardó en materializar su sueño. Fundó “Inara Lingerie”, su propio taller de confección de pijamas y ropa sobre medida, ubicado en un centro comercial de Floridablanca, donde lleva ya nueve meses dando vida a su emprendimiento. Pero no se detuvo allí. Siempre inquieta por aprender más, tomó cursos complementarios del SENA en serigrafía y DTF, lo que le permitió llevar su marca a otro nivel: ahora estampa sus propias prendas, uniendo creatividad y técnica en cada diseño.

Con orgullo, Belkis invita a los clientes a conocer su emprendimiento, pero también lanza un mensaje poderoso a otras mujeres: “Muchas veces me decían: tú no vas a poder, ya estás vieja para estudiar en el SENA. Pero fue todo lo contrario. Estudié con una compañera de 60 años. La edad no tiene nada que ver. Nosotras las mujeres tenemos la fuerza, la valentía… El querer, es poder”.

La historia de Belkis es testimonio vivo del impacto del SENA en la vida de miles de colombianos. Una historia donde la educación gratuita y de calidad se convierte en oportunidad, y donde la pasión por aprender se transforma en emprendimiento y esperanza.

Hoy, cada puntada que da en su taller lleva el sello de su esfuerzo… y el respaldo de una institución que cree en el talento de su gente. Porque para Belkis, el SENA no solo le enseñó a coser: le enseñó a creer.