Resumen
Las Olimpiadas en París deslumbran al mundo con su inauguración espectacular y sin precedentes fuera de un estadio deportivo. En lo deportivo, el gimnasta colombiano Ángel Barajas se clasifica para la final olímpica en barra fija, marcando un hito en la historia de la gimnasia colombiana.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Por: José Luis Alarcón Rojas/Especial para Diario El FRENTE.
La lluvia ha sido una de las invitadas especiales que no requirió especial llamado por parte de la organización. Ella solita se ha encargado de darle un toque de fantasía y embrujo al inicio de las justas Olímpicas, y que mejor que ser parte del espectáculo de la ceremonia de inauguración que fue todo un éxito.
Pasarán a la historia estos juegos con su inauguración por primera vez fuera de un escenario deportivo, coliseo o estadio, la magia del paisaje parisino se tomó las pantallas del mundo entero, que quedó deslumbrado por el majestoso espectáculo de luces, colorido, arquitectura y todo lo que encierra cada rincón de la París glamorosa que se vistió de gala para dar la bienvenida a las 206 delegaciones y más de 12.000 atletas que jamás olvidarán tan maravillosos momentos.
Tomás Jolly coreógrafo y director de teatro de 42 años, quedará en las páginas duraderas de las inauguraciones Olímpicas por su majestuosa obra llena de creatividad y encanto.
En lo eminentemente deportivo, Colombia ya tuvo sus primeras participaciones con un saldo apenas aceptable, para rescatar lo del gimnasta Nortesantandereano Ángel Barajas que, con tan solo 17 años, logró meterse por primera vez en la historia de la gimnasia colombiana en una final Olímpica en su especialidad de la barra fija, donde fue Campeón Mundial juvenil el año anterior. En la primera ronda obtuvo un puntaje de 14.700 que le permite estar entre los ocho mejores que disputarán las medallas y el podio olímpico; en su otra especialidad de las barras paralelas ocupó el puesto 14, quedando sin chance de pelear por los metales.
María Camila Osorio, la otra cucuteña en estos juegos, en su segunda participación vio como la lluvia aplazaba su anhelo de vencer a Letona Janina Ostapenco número 11 del ranking de la WTA y favorita de este macht; pero si algo tiene la colombiana es pundonor y hambre de gloria, la misma que hace tres años en Tokio, donde le ‘traicionó’ su nerviosismo de luchar por su sueño dorado.
Estaremos atentos a seguir la huella de los nuestros en cada escenario. en cada competencia, en cada disciplina donde quiera que un santandereano represente nuestra raza y pundonor, hay q competir con la frente en alto y el corazón henchido, luchar por la gloria olímpica y las mieles de victoria de los campeones. Abrazo, Dios Bendiga.
