Bendita planilla

El historiador Cayo Suetonio, en una de sus obras nos narra la vida de 12 emperadores romanos, algunos de ellos terribles, también otros que ayudaron a fortalecer las bases de este gran imperio, desde el dictador Julio Cesar, hasta la bestia de Domiciano, el historiador señala las causas por las que algunos hombres tan terribles terminan sometiendo a todo un imperio, a una nación; una de esas causas que señala Suetonio es que “los hombres corren hacia la esclavitud”, les gustan que les digan que hacer, como hacerlo, como hablo, ¿a quién sigo?, “no me obligues a pensar”, en tiempos de elecciones atípicas, “oblígame a votar”.

Para que exista un imperio, debe haber esclavos, para que exista una democracia, deben existir demócratas, para que tengamos libertad, deben existir personas libres. Es sofocante lo que le están haciendo a la mayoría de los contratistas de la alcaldía de Bucaramanga, en vez de “recuperar la ciudad”, lo que deben recuperar es su libertad, la angustia contractual de miles de profesionales vinculados por contratos de prestación de servicios, es muy bien aprovechada por los reyezuelos de turno, esta semana los buses llenos de ovejas, han estado a la orden del día.

El club Unión, Cenfer, Neomundo, son los escenarios por llenar para que las reuniones parezcan actos de coronación, es posible que mientras usted lee esta columna para los contratistas, el domingo familiar se convierta en domingo de sometimiento electoral, ¿Quién lleva más lideres de base? Recuerden que en época electoral todos son lideres, ¿Quién es el encargado de las planillas?, la planilla de aquí al 14 de diciembre se convirtió en el requisito habilitante y herramienta de sometimiento, la planilla de seguridad social va a garantizar el pago del contrato, pero la planilla con cedula, nombre, teléfono y redes sociales, mantendrá viva la ilusión del contratista.

La planilla no debe subirse al SECOP II, debe subirla a la base de datos de las hambrientas campañas que a sangre y fuego buscan “recuperar la ciudad”, lo que estas campañas buscan es recuperar la chequera de la alcaldía de Bucaramanga, son algo más de dos billones de pesos los que va a tener la ciudad bonita para ejecutar. Algunos dicen que para administrar esos recursos se necesita “autoridad”, otro que “no es momento de promesas, es momento de resultados”, los dos últimos años tuvimos a un mandatario pregonando resultados y autoridad, donde nuestro sistema de educación pública sigue teniendo las herramientas educativas de la década de los noventa, sin internet, o una política pública de bilingüismo aprobada desde el 2023 sin ejecutar, y sin ahondar más la vieja herida, ¿ya vieron cuantos pasajeros tiene los padrones que alquilaron de la empresa Transportes Medellín Castilla S.A.?.

Esos son los candidatos que nos quieren recetar a punta de planilla, John Mill en el siglo XVIII decía que la emancipación electoral viene de un electorado educado y activamente involucrado, son muy pocas las alternativas que le están dando al electorado para que se involucre de manera real en estos comicios, estos candidatos de postura autoritaria, dogmática y mesiánica, deberían ser afines a la teoría electoral del Mill, el de la deliberación publica, libre, abierta y raciona, pero con la coerción laboral, los acerca más a la postura del denso y para mi poco entendible Karl Marx, la postura marxista de “la ilusión de la emancipación electoral”, la libertad ciudadana anulada en las urnas, por el sometimiento económico, pero si me lo preguntan me gusta más como lo diría Habermas, “contienda electoral sin debates públicos, racionales, pero esperamos que algún día, libres”.