Brasileña se convirtió en la multimillonaria más joven hecha a sí misma
Resumen
Luana Lopes Lara es la multimillonaria más joven hecha a sí misma, transformando una idea estudiantil en Kalshi, una plataforma de predicciones valorada en 11.000 millones de dólares. Enfrentó desafíos regulatorios y logró un impacto significativo en el sector tecnológico.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)La historia de Luana Lopes Lara, hoy reconocida como la multimillonaria más joven del mundo hecha a sí misma, ha captado la atención global por la velocidad con la que transformó una idea estudiantil en una compañía valorada en más de 11.000 millones de dólares. Su plataforma de mercado de predicciones, Kalshi, pasó en pocos años de ser un proyecto universitario a convertirse en uno de los fenómenos más llamativos del sector tecnológico y financiero. La trayectoria de esta joven brasileña de 29 años destaca no solo por su éxito económico, sino también por la resiliencia que marcó cada etapa de su vida.
Nacida en Santa Catarina, Brasil, Lopes Lara creció en un entorno donde la disciplina y el rigor académico eran la norma. Hija de una profesora de matemáticas y un ingeniero eléctrico, combinó desde la infancia su gusto por la ciencia con su pasión por la danza clásica. Su paso por la exigente Escuela de Teatro Bolshoi de Brasil dejó una huella profunda: según relató a Forbes, sus instructores empleaban métodos extremos para forjar carácter, como colocar cigarrillos encendidos bajo su pierna durante los ejercicios. Esa disciplina marcaría su futuro. Tras graduarse de la secundaria, trabajó brevemente como bailarina profesional en Austria antes de tomar una decisión radical: abandonar el ballet y apostar por la informática.
Su llegada al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) fue el punto de inflexión. Allí conoció a Tarek Mansour, estudiante libanés con quien compartía intereses técnicos y un grupo de estudio. Ambos realizaron en 2018 una pasantía en Five Rings Capital, donde identificaron una oportunidad de mercado: crear una plataforma donde las personas pudieran operar en función de predicciones sobre eventos futuros. Con esa idea, postularon a Y Combinator y fueron aceptados en 2019.
El camino estuvo lejos de ser sencillo. Para operar legalmente como mercado de predicciones, Kalshi necesitaba aprobación federal. Durante dos años no lograron lanzar ningún producto y los rechazos de bufetes y reguladores fueron constantes. Finalmente, con la asesoría de Jeff Bandman, exfuncionario de la CFTC, lograron la autorización como mercado de contratos designado en 2020, decisión que los diferenció de competidores sancionados por falta de registro. En 2024, una nueva batalla regulatoria los llevó a demandar a la CFTC por vetar sus contratos electorales. Un juez falló a favor de Kalshi, permitiendo por primera vez en más de un siglo la oferta legal de estos productos en Estados Unidos.
El crecimiento posterior fue explosivo. Kalshi multiplicó su volumen de operaciones en un 1.000% en un año y hoy mueve más de mil millones de dólares semanales, principalmente por apuestas deportivas, aunque sus mercados abarcan desde elecciones hasta sucesos de cultura pop. La empresa cerró rondas con Paradigm, Sequoia, Andreessen Horowitz y Y Combinator, alcanzando una valoración de 11.000 millones de dólares. Sus fundadores conservan alrededor del 12% cada uno, elevando el patrimonio personal de Lopes Lara a más de 1.300 millones.
A pesar de su éxito, Kalshi enfrenta presiones estatales en Estados Unidos, donde algunos gobiernos cuestionan la naturaleza de sus contratos deportivos y buscan someterlos a regulación propia. Sin embargo, inversores y analistas mantienen la confianza en la capacidad de Lopes Lara para superar estos desafíos. Ella misma sostiene que su fortaleza proviene del ballet: “Pocos entrenamientos preparan para manejar el rechazo como ser bailarina profesional”.
El ascenso de Lopes Lara representa un caso atípico en el mundo tecnológico: una mujer joven, sin herencia económica, que desafió sistemas regulatorios y lideró una plataforma con impacto global. Según Michael Seibel, socio emérito de Y Combinator, el potencial de Kalshi apenas comienza a materializarse, lo que anticipa un futuro donde la influencia de su fundadora continuará creciendo.