Bryan Kohberger fue sentenciado a cadena perpetua por masacre de Idaho

Este miércoles, Bryan Kohberger, de 30 años, fue sentenciado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el brutal asesinato de cuatro estudiantes universitarios en una casa cerca del campus de la Universidad de Idaho, en noviembre de 2022. La sentencia marca el cierre judicial de uno de los crímenes más estremecedores en la historia reciente de Estados Unidos.

Kohberger, exestudiante de doctorado en criminología, se declaró culpable a principios de mes como parte de un acuerdo para evitar la pena de muerte. Reconoció su responsabilidad por cuatro cargos de asesinato en primer grado y uno por robo. Según informes de CNN y AP, será recluido en la Idaho Maximum Security Institution, considerada la prisión de más alta seguridad del estado.

Durante la audiencia final, enfrentó a las familias de sus víctimas. Steve Goncalves, padre de Kaylee Goncalves, expresó que Kohberger aún podría aportar información valiosa para prevenir futuros crímenes. “Solo decir: ‘Lo hice solo’ habría sido útil”, lamentó. Por su parte, Scott Laramie, padrastro de Madison Mogen, celebró que la sentencia “garantiza que este mal nunca vuelva a hacer daño”.

La matanza ocurrió mientras las víctimas dormían. La clave del caso fue el hallazgo de una funda de cuchillo con ADN en la escena del crimen, la cual coincidió con una muestra tomada de la basura en casa de los padres de Kohberger.

El jefe de la Policía de Moscú, Anthony Dahlinger, reconoció el dolor permanente de las familias, aunque afirmó que esta condena cierra un “viaje largo y desafiante”. Desde la Casa Blanca, la portavoz Karoline Leavitt expresó condolencias en nombre de la nación, calificando al asesino como “cruel y malvado” y subrayando que “nunca se olvidarán las preciosas almas perdidas”.

Con la sentencia firme, las familias ahora inician un nuevo proceso: el de aprender a vivir con una ausencia irreparable, pero con la justicia finalmente alcanzada.