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Caminos de hierro

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Resumen

El artículo critica el abandono de la red ferroviaria en el departamento de Santander, Colombia, que afecta la conectividad y movilidad regional. Asegura que la región posee potencial para recuperar e implementar este sistema, pero falta voluntad política.

Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
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Por: Luis José Aguilar

En mi anterior columna, "Santander sobre el aire", exploramos un poco sobre la red aérea de Santander, una infraestructura que ha sido bastante subestimada a lo largo del tiempo, perdiéndose así la oportunidad de conectar más al departamento no solo con Colombia, sino también con el mundo. Ahora, es momento de hablar de una de las redes de transporte que ha sido víctima del abandono y la falta de iniciativa de nuestros gobernantes, tanto nacionales como regionales, para recuperarla: la red ferroviaria.

El departamento de Santander está compuesto por el funcionamiento y el recuerdo de tres redes férreas. La primera, que se encuentra activa y es parte de la red de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), forma parte del Sistema Central, específicamente del corredor La Dorada (Caldas) - Chiriguaná (Cesar), que pasa por los municipios de Puerto Wilches y Barrancabermeja. La segunda, que se encuentra inactiva y es parte de la red del Instituto Nacional de Vías (Invías), va desde Puerto Wilches hasta la ciudad de Bucaramanga. Y la tercera, que también se encuentra totalmente inactiva, va desde Barrancabermeja hasta Lenguazaque (Cundinamarca), pasando por el municipio de Barbosa.

En su momento, la violencia, la falta de inversión, la expansión de las carreteras y la liquidación de Ferrocarriles Nacionales de Colombia (FCN), empresa estatal creada para unificar las redes férreas de todo el país, llevaron a la decadencia del sistema nacional y, de paso, al de nuestro departamento. Actualmente, el Gobierno Nacional está buscando recuperar las vías férreas del país, incluyendo a Santander. Sin embargo, aunque esto se incluyó en el Plan Nacional de Desarrollo, el proceso ha sido bastante lento, dejando a muchos con la ilusión y el anhelo de volver a ver llegar un tren que permita conectar a las regiones.

Como santandereano, me niego a pensar que nunca veremos la red férrea como una alternativa a nuestros problemas de movilidad y conectividad. En días bajando por la ruta de Pescadero, mientras admiraba la inmensidad del cañón del Chicamocha, adornado por el Parque Nacional del Chicamocha (o Panachi), soñé con ver un tren atravesando el accidente geográfico, tal como lo hace el "Tren a las Nubes" por una parte de la Cordillera de los Andes o el "Glacier Express" por los Alpes suizos. Por lo que la recuperación y creación de un sistema férreo para Santander, que favorezca al turismo y el transporte tanto de carga como de personas, es posible. Pero mientras nuestros gobernantes solo se dediquen a creerse influencers o repetir discursos clichés y nuestros congresistas a vanagloriarse por radicar proyectos o proposiciones simples e inútiles, estaremos condenados al atraso, y el sueño de tener un "Santander para los Santandereanos" se desvanecerá.

En conclusión, tenemos la oportunidad de explorar y explotar alternativas a los problemas que nos aquejan, pero solo con voluntad política y verdadero amor por nuestro departamento, podremos darles oportuna solución. Ojalá no se pierda ese sueño de ver, algún día, un Santander que se conecte con el resto del país y el continente por medio de los caminos de hierro.

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