Cáncer de cabeza y cuello: El 60% de los diagnósticos son en etapas avanzadas

El cáncer de cabeza y cuello, que ocupa el sexto lugar entre los cánceres más comunes a nivel mundial, presenta una preocupante tasa de diagnóstico en etapas avanzadas. Cada año se registran aproximadamente 500,000 nuevos casos en todo el mundo, de los cuales el 60% se detectan en fases avanzadas. Este fenómeno resalta la necesidad urgente de una mayor concienciación y detección temprana, especialmente con motivo del Día Mundial del Cáncer de Cabeza y Cuello, celebrado el 27 de julio.
El cáncer de cabeza y cuello puede manifestarse en diversas áreas, incluyendo la boca, la nariz, la faringe, la laringe, la piel y la glándula tiroides. Los síntomas incluyen sangrado o dolor persistente en la boca, bultos en el cuello, llagas que no sanan y dificultades para tragar o respirar.
Factores de riesgo clave:
- Uso de tabaco y alcohol: Estos son responsables de aproximadamente el 75% de los casos de cáncer de cabeza y cuello.
- Infección por VPH: El virus del papiloma humano se asocia con cánceres de la boca, amígdalas, lengua, faringe y laringe.
- Exposición a radiación UV: La exposición crónica, como la que ocurre con la radiación solar o las camas de bronceo, está vinculada a cánceres en la piel.
- Radiación ionizante: Principal factor de riesgo para el cáncer de tiroides.
A pesar de los avances en diagnóstico y tratamiento, la mortalidad asociada al cáncer de cabeza y cuello sigue siendo alta, con alrededor de 450,000 muertes anuales. La detección temprana es crucial, ya que la supervivencia a cinco años puede alcanzar el 90% para el estadio I, del 75 al 80% para el estadio II y del 45 al 75% para el estadio III.
Avances en tratamiento:
- Inmunoterapia: Esta estrategia fortalece el sistema inmunitario para combatir las células cancerosas.
- Anticuerpos monoclonales: Moleculas que ayudan a restablecer y mejorar la respuesta inmunitaria contra el cáncer.
- Tratamientos específicos para cáncer de tiroides: Incluyen medicamentos para controlar el crecimiento de tumores con mutaciones genéticas asociadas a la exposición a radiación ionizante.
Alejandro Ruiz, director médico de FICMAC, enfatiza la importancia de la medicina de precisión y la personalización de tratamientos para mejorar los resultados clínicos. "Detectar el cáncer de cabeza y cuello a tiempo es fundamental para optimizar las respuestas terapéuticas y mejorar el pronóstico", señala Ruiz.
La prevención sigue siendo clave. Evitar los factores de riesgo conocidos y mantenerse informado sobre los síntomas y métodos de detección puede marcar una gran diferencia en la lucha contra esta enfermedad.