Cáncer de colon: síntomas que no deben ignorarse y cómo prevenir una de las principales causas de muerte en el mundo
El cáncer de colon se mantiene como una de las mayores amenazas para la salud pública, siendo una de las primeras causas de muerte por cáncer tanto en hombres como en mujeres a nivel global. Su avance silencioso, sin síntomas claros en etapas iniciales, dificulta la detección temprana, lo que hace fundamental la prevención y los chequeos regulares.
Esta enfermedad, también conocida como cáncer colorrectal, suele originarse a partir de pólipos benignos que, con el tiempo —entre diez y quince años—, pueden transformarse en tumores malignos. De acuerdo con la Sociedad Estadounidense del Cáncer, es el segundo tipo de cáncer más frecuente en conjunto entre hombres y mujeres. Estudios recientes advierten que cada vez se diagnostica en adultos más jóvenes, reforzando el llamado a no subestimar los síntomas.
Entre las señales de alerta que los especialistas recomiendan vigilar están: cambios persistentes en los hábitos intestinales (diarrea o estreñimiento que no ceden, heces muy delgadas, cambios en el color o presencia de moco), dolor abdominal recurrente, sangrado rectal o sangre en las heces, así como fatiga, debilidad o pérdida de peso inexplicada. Aunque muchas veces se presentan de manera sutil, su persistencia debe motivar una consulta médica inmediata.
La prevención sigue siendo la mejor herramienta. Estudios como la videocolonoscopía o el test de sangre oculta en materia fecal (FIT-Q) permiten detectar pólipos o lesiones antes de que se conviertan en cáncer, aumentando considerablemente las probabilidades de éxito en el tratamiento. La Fundación GEDYT, en Argentina, ha implementado programas gratuitos de detección en poblaciones vulnerables, y la provincia de Misiones se ha convertido en un ejemplo de política pública efectiva en este campo.
Los factores de riesgo incluyen antecedentes familiares, dieta baja en fibras, alto consumo de carnes rojas y procesadas, tabaquismo, alcohol, sedentarismo, enfermedades inflamatorias intestinales, diabetes y edad avanzada. Sin embargo, adoptar hábitos saludables, sumados a un control médico periódico a partir de los 45 años —o antes si existen antecedentes—, puede reducir significativamente el riesgo.
Las organizaciones médicas coinciden: ante cualquier síntoma inusual, no se debe esperar. El diagnóstico precoz salva vidas y permite que, en la mayoría de los casos, el cáncer de colon sea curable.