Resumen
La presidencia en Colombia es una institución fundamental para la democracia, requiriendo experiencia y claridad. Con 23 precandidaturas actualmente, hay preocupación por 'saltimbanquis', destacando la importancia de evaluar a cada candidato, en lugar de seguir figuras sin mérito.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Por: Julio Bahamon
Para todos los gustos, como en botica. ¿Pero es eso lo que necesita Colombia? Mal contadas, a estas alturas, a 16 meses de los comicios electorales para la primera vuelta presidencial, ya vamos como en 23 precandidaturas que representan mal que bien a 13 partidos políticos y sigue la cuenta. ¿O, quizás ese desorden es el que espera el gobierno del Pacto histórico para intentar colarse por la puerta de atrás?
La figura presidencial en Colombia esta revestida de la máxima importancia por las siguientes razones: Representa la Unidad nacional, Jefatura del Estado, Jefatura del gobierno, es el comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, es guardián del orden constitucional, Representa el interés público, Representa el significado histórico y cultural de la Nación, es Líder de la Política internacional y es La máxima figura de autoridad moral y ética.
En resumen, la presidencia de la Republica en Colombia no solo es un cargo, ni un puesto público, sino una Institución Fundamental para la democracia.
Hasta donde yo entiendo, esas condiciones que son fundamentales para el Estado de Derecho, la Libertad y la Democracia, no se aprenden en las redes sociales, ni se encuentran en los programas de los nuevos “Youtubers”, en donde solo se comparten contenidos con música cristiana y predicación y algo de “culebreria” popular.
De ahí que debemos tener mucho cuidado con los “saltimbanquis” que están apareciendo por estos días aprovechando la crisis política que vivimos los colombianos para mostrarse como nuevos “mesías”. O Embuchados como los que quiere meternos Juan Manuel Santos, con algunos de sus “chirriados” exministros y su ex -vice.
La presidencia de la república, no se está rifando en una piñata, y mucho menos dentro de una “pesca milagrosa”. Por esa razón es importante conocer, los conocimientos personales, perdonen la redundancia, de los múltiples candidatos y candidatas que al saltado al ruedo.
No es suficiente tener solo 30 años de edad para aspirar. Deben demostrar experiencia publica, ser claros en sus programas de gobierno, no estar inhabilitados legalmente, tener un claro respaldo popular, no estar subjudices, tener amplia experiencia en cargos públicos recientes, no tener doble nacionalidad, no ejercer cargos públicos o privados, no tener contratos con el Estado. Mi recomendación, cuando muchos “patos” se han lanzado al agua, es tener cuidado y creer, de aquellos, la mitad de la mitad.
