Resumen
Edinson Davian Sánchez Peña fue arrestado acusado de violencia intrafamiliar agravada hacia su ex pareja, Nathalia Andrea Blanco Reyes. Tras el ataque, Sánchez Peña se encontraba prófugo de la justicia hasta su reciente captura.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Edinson Davian Sánchez Peña, de 29 años, fue capturado por agentes del CTI de la Fiscalía y la Sijin de la Policía en el barrio García Rovira, en el Centro de Bucaramanga, el lunes 17 de junio. Sánchez Peña se encontraba prófugo de la justicia tras ser acusado de agredir brutalmente a su excompañera sentimental, Nathalia Andrea Blanco Reyes, en un establecimiento cercano al parque Romero de Bucaramanga.
El violento episodio ocurrió el pasado 21 de abril cuando Nathalia Andrea estaba trabajando. Sánchez Peña llegó al lugar con un casco puesto, insultándola y agrediéndola físicamente debido a un meme de superación que la víctima había publicado en redes sociales y al que un amigo le dio ‘me gusta’ y comentó. La cámara de seguridad del negocio registró cómo Sánchez Peña le propinó puntapiés, la llevó a la parte trasera del local y la golpeó en el rostro. Posteriormente, utilizó unas tijeras para herirla en la mano y en el estómago. Aunque las heridas no fueron de gravedad, la joven recibió 15 días de incapacidad.
Tras el ataque, la Patrulla Púrpura de la Policía Metropolitana de Bucaramanga brindó apoyo a la víctima y la Fiscalía abrió un proceso contra el agresor. Durante el procedimiento penal abreviado, a Sánchez Peña se le imputó el delito de violencia intrafamiliar agravada. Un juez ordenó una medida de aseguramiento en centro de reclusión, pero Sánchez Peña no se presentó en el plazo establecido y la orden de captura fue expedida.
Giovanny Pérez, abogado de Nathalia Andrea, informó que la captura se realizó en una reconocida floristería propiedad de Sánchez Peña, después de que el agresor intentara evadir a las autoridades fingiendo haber viajado a Estados Unidos. Tras la detención, Nathalia Andrea expresó su alivio, pero también su temor de que Sánchez Peña pudiera mandarla a agredir desde la cárcel, por lo que pidió a las autoridades seguir protegiéndola.
“Ni yo ni otra mujer merece eso y yo se lo había advertido. Él pretendía que tenía poder sobre para hacer lo que quisiera (...) Ya me siento más tranquila, puedo empezar a trabajar. Yo estaba escondida cuando él debería estar preso. No era justo”, añadió la joven, agradecida por el apoyo recibido, pero consciente de la necesidad de continuar velando por su seguridad.