Resumen
La policía de Bucaramanga capturó a dos hombres responsables de asaltar y lesionar gravemente a una psicóloga de 28 años, Angie Marcela Amado Cárdenas. Los atacantes, conocidos como "Juan" y "Johan", también están vinculados a otros siete incidentes delictivos en la región.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Un par de jóvenes criminales serían los responsables de los graves daños a la salud de esta joven que sigue batallando por recuperarse de aquel ‘raponazo’ en Bucaramanga.
La Policía Nacional, en el marco del Plan "120 días contra el delito", ha logrado la captura de dos hombres conocidos como "Juan", de 23 años, y "Johan", de 28 años, por el delito de hurto calificado y agravado. Estos individuos están implicados en varios hechos delictivos, incluyendo el violento asalto a Angie Marcela Amado Cárdenas el pasado 16 de junio, durante la celebración del campeonato del Atlético Bucaramanga.
Las capturas fueron resultado de un proceso investigativo exhaustivo, que incluyó labores judiciales y el análisis de videos de seguridad. Ambos están vinculados a más de siete incidentes similares ocurridos en el transcurso del año en diferentes lugares del área metropolitana. "Juan" y "Johan" han sido señalados por la ciudadanía como actores criminales recurrentes con más de 14 anotaciones judiciales.
Por lo que se espera que en los próximos días se adelanten investigaciones que permitan esclarecer los hechos en los que se encontrarían vinculados.
De la celebración al dolor
En una entrevista exclusiva para EL FRENTE, Angie Marcela Amado Cárdenas, una joven psicóloga de 28 años, compartió cómo su vida dio un giro drástico durante la celebración del campeonato del Atlético Bucaramanga. En un hecho lamentable, fue víctima de un violento hurto cerca del barrio Balconcitos, un incidente que no solo le costó sus pertenencias, sino que también le provocó lesiones físicas y emocionales de las que aún lucha por recuperarse.
El violento asalto
El domingo 16 de junio, mientras la ciudad vibraba con la pasión del fútbol, Angie Marcela se encontraba cruzando el puente provincial La Novena cuando fue abordada por dos hombres en moto. Sin previo aviso, fue derribada al suelo durante un forcejeo que le causó graves heridas y un profundo trauma emocional. “Me arrastraron en la moto, me hicieron caer y me quitaron el bolso. Dentro de él tenía mi celular y la billetera con todos mis documentos”, relató con firmeza, a pesar del dolor que todavía la acompaña.
Afortunadamente, la rápida intervención de testigos del ataque permitió que Angie Marcela fuera llevada de urgencia a un centro médico local. Allí, los médicos detectaron coágulos en su cerebro, lo que exigió una cirugía de emergencia que se extendió por horas. Aunque la operación fue exitosa, las cicatrices físicas y emocionales perduran como un recordatorio de esa experiencia traumática.
“Mi recuperación ha sido lenta, pero constante. Ya no me cuesta tanto recordar las cosas y no tengo tantas complicaciones para caminar”, compartió Angie Marcela con una ligera chispa de esperanza. Durante dos semanas, estuvo en la Unidad de Cuidados Intensivos, enfrentando retos que afectaron no solo su movilidad, sino también su capacidad cognitiva y de comunicación. “Al principio era difícil recordar y expresarme; tenía problemas para hablar y oír”, confesó.
A pesar de su avance, el camino hacia la recuperación no ha estado exento de obstáculos. Angie Marcela se enfrenta a la burocracia del sistema de salud, que ha complicado su acceso a los servicios médicos necesarios. “No he podido obtener la cita con el neurocirujano. Llamamos a la Clínica La Merced el 11 de julio, pero no logramos agendarla. Ha sido un poco negligente”, lamentó con frustración, aunque su determinación permanece intacta.
Solidaridad de la comunidad
El apoyo de la comunidad ha sido un alivio en medio de esta adversidad. Gracias a donaciones y actos solidarios, Angie Marcela ha podido sostenerse económicamente mientras enfrenta los gastos médicos y legales derivados del incidente. “Estoy muy agradecida con quienes me han apoyado desinteresadamente. Gracias a Dios, hay personas que se han acercado a ayudarme”, expresó con gratitud hacia quienes han hecho su carga más llevadera.
Además, Angie Marcela ha decidido usar su voz para alertar a otros sobre los peligros de la delincuencia en la ciudad. “Desafortunadamente, tuve que pasar por esto para ser más responsable y precavida. Ahora evito transitar sola en ciertas horas”, reflexionó, con la esperanza de que su experiencia sirva como una advertencia para otros. “Quiero aconsejar a las mujeres que sean más cuidadosas, que evitemos estar solas en celebraciones. Los ladrones aprovechan el desorden para robar y hacer daño”, añadió con determinación.
En busca de justicia
Con el paso de los días, Angie Marcela mantiene la esperanza de que se haga justicia. “Sé que capturaron a uno de los responsables, pero como no recuerdo bien cómo es, solo tengo en mente que uno tenía barba. Sin embargo, no me han permitido ver las cámaras para intentar identificarlos”, comentó, con una voz que refleja su deseo de cerrar este capítulo y avanzar en su vida.
En medio de la incertidumbre y el dolor, Angie Marcela Amado Cárdenas se aferra a la esperanza y a la fe en su recuperación total. Su historia se erige como un testimonio de resiliencia y fortaleza ante la adversidad, iluminando un camino en tiempos oscuros. Para quienes deseen contribuir económicamente a su recuperación, Angie Marcela ha compartido su Nequi 3142599245 y su cuenta de ahorros en Bancolombia 91248259201.
Ahora que las autoridades tienen capturados a estos dos hombres, se espera que las investigaciones judiciales avancen con celeridad teniendo en cuenta el material probatorio para que el caso de Angie Amado no caiga en la impunidad.
