La Fiscalía Décima adscrita a la Unidad de Atención Integral a Víctimas de Abuso Sexual (Caivas) imputó formalmente cargos por acoso sexual agravado y discriminación de género contra Julio César González García, exdirector del Banco Inmobiliario de Floridablanca (BIF) y exfuncionario de confianza del exalcalde Miguel Ángel Moreno.

Por Camilo Ernesto Silvera Rueda - Redacción Política / EL FRENTE

La diligencia se llevó a cabo ante el Juzgado Séptimo Penal con funciones de control de garantías, en Bucaramanga, y marca un nuevo episodio judicial contra uno de los protagonistas del círculo de poder más cercano del gobierno municipal entre 2020 y 2023. Aunque González negó los cargos durante la audiencia, el expediente judicial revela un patrón sistemático de acoso sexual, abuso de poder y violencia laboral de género ejercido contra una funcionaria de carrera administrativa.

Los hechos materia de imputación se remontan a julio de 2020, cuando una mujer se posesionó como funcionaria del BIF, tras ganar un concurso de méritos. Su jefe inmediato era, en ese entonces, el secretario general de la entidad: Julio César González.

De acuerdo con la Fiscalía, desde el inicio de su relación laboral, González comenzó a lanzar comentarios sexualizados sobre la apariencia física de Mercedes, como "tienes unas piernas muy bonitas", “qué lindo te queda ese vestido”, o “tienes los pies muy bonitos”.

Lo que inició como insinuaciones verbales se transformó rápidamente en conductas de acoso directo. González habría empezado a buscar encuentros privados con su subalterna, aprovechando el esquema de teletrabajo impuesto por la pandemia para programar reuniones semanales a puerta cerrada en su oficina, donde realizó preguntas invasivas de tipo sexual e incluso propuestas explícitas de índole íntima.

“Un día, a las 7 de la mañana, la llamó y le preguntó: ‘¿qué pijama tienes puesta, es vaporosa o no?’”, relató la Fiscalía.

En marzo de 2021, González fue nombrado director del Banco Inmobiliario por el entonces alcalde Miguel Ángel Moreno, lo que le otorgó control total sobre el funcionamiento y la confianza para propiciar oportunidades donde pudiera ser más incisivo en sus intenciones.

Comentarios obscenos y

violencia sexual simbólica

La víctima, según la acusación, nunca accedió a las insinuaciones, lo cual derivó en un cambio de actitud violenta y degradante por parte del entonces directivo: descalificaciones frente a otros funcionarios, asignación de tareas ajenas a sus funciones, como servirle café o llevarle el desayuno, y constantes insultos sobre su capacidad profesional.

personal de la entidad. Lejos de cesar, los comportamientos abusivos se intensificaron.

 El expediente recoge frases de González dirigidas a Mercedes como:

    “Si se deja tocar la rodilla prolongadamente podría llegar a un orgasmo”,

    “Quiero darte por el c**o”,

    “Te sentarías en mis piernas y te daría unas nalgadas”.

“Cuando algo no le gustaba le decía que era una bruta, que estaba sorda, que no le entendía las funciones, y si ella reclamaba por los gritos le decía que mejor la llamaba en privado para darle unas nalgadas”, narró el fiscal del caso.

Uno de los apartes más graves del expediente judicial radica en la persistencia del contenido sexual explícito en los comentarios del acusado, lo que excede la frontera del acoso y roza la violencia sexual simbólica y psicológica.

    “Le dijo que había leído en los Guinness Records cuántos litros de semen puede tragar una mujer en un día”,

    “Que su fantasía era tener una hermana para tener relaciones sexuales con ella”,

    “Que si tenían sexo, él quería escupirle la cara”,

    “Le preguntaba qué juguetes sexuales había usado”.

Además, la Fiscalía documentó cómo González llamaba a la víctima fuera del horario laboral, en días festivos, fines de semana o incluso durante sus vacaciones, solo para insistirle en sus intenciones sexuales o humillarla verbalmente.

Negación de los hechos y defensa del acusado

Durante la diligencia de imputación, Julio César González no aceptó los cargos. En declaraciones públicas previas, ha negado cualquier acto de acoso y se ha presentado como víctima de una campaña de desprestigio.

“Jamás he acosado ni laboral ni sexualmente a ninguna persona. Estudien mi hoja de vida, mi formación académica, el tema de mi tesis. Ahí sabrán quién soy”, dijo en entrevista con Blu Radio Julio Cesar González.

Sin embargo, el expediente judicial señala una conducta sistemática, persistente y abusiva, amparada en su jerarquía dentro de la entidad, que podría configurar una falta gravísima a título de dolo, según el Ministerio Público.

La Procuraduría también lo investiga

Paralelamente a la actuación penal, la Procuraduría Provincial de Instrucción de Bucaramanga abrió una investigación disciplinaria y ya formuló cargos contra González por acoso sexual, uso de lenguaje soez y conducta inapropiada en el entorno laboral.

Según la Procuraduría, el comportamiento del exfuncionario pudo constituir una forma de violencia basada en género, afectando el bienestar emocional, social y laboral de la víctima.

El Ministerio Público considera que González era plenamente consciente de la ilegalidad de sus actos y que, al incurrir en este tipo de conductas, violentó principios éticos y normativos del ejercicio de la función pública. La calificación provisional de la falta es de “gravísima”, y el proceso disciplinario avanza hacia la fase de juicio.

La investigación penal continuará su curso en la Fiscalía Caivas, mientras la Procuraduría avanza con el juicio disciplinario. No se descarta que nuevos testimonios o denuncias puedan surgir en el marco de este proceso, dado el patrón reiterado que describen las autoridades.