Carlos Acutis será el primer santo millennial
Resumen
Carlo Acutis, fallecido en 2006, será el primer santo millennial. Con su devoción y actos generosos, ha atraído a la juventud a la fe cristiana. En su proceso de canonización se destacó un milagro por el que se le atribuye la curación de una joven en Costa Rica.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Veneración católica al atractivo joven. Los peregrinos han acudido en masa a la ciudad medieval de Asís, para venerar no sólo a dos de los santos más célebres de la Iglesia católica, Francisco y Clara, sino también al más reciente, Carlo Acutis, el primer santo millennial, quien será canonizado el 27 de abril.
Carlo Acutis fue un adolescente italiano que murió en 2006 de leucemia. El Santuario della Spogliazione (Santuario del Despojado), una iglesia sombría, también conocida como Santa María la Mayor, es el lugar donde hace más de 800 años San Francisco renunció a las riquezas de su familia. Ahora, también bien allí los feligreses rezan junto al monumento donde se exhibe el cuerpo de Acutis, vestido con jeans, una sudadera y zapatos deportivos.
Durante el último año, más de un millón de peregrinos han rendido homenaje a Acutis, de acuerdo con Sorrentino, atraídos por su “sonriente forma de vivir nuestra fe”.
Descripción
Tanto la Iglesia como su familia describen a Acutis como un chico italiano excepcionalmente devoto, pero por lo demás normal, quien obra milagros después de su muerte prematura precisamente al atraer a los jóvenes a la fe mientras la mayoría de sus contemporáneos abandonan la religión organizada.
“Siempre rezamos a los santos, y al final, ¿Qué hicieron los santos? Abrieron las puertas de sus vidas a Cristo”, dijo su mamá Antonia Salzano Acutis.
Acutis solía ayudar a los indigentes y no le interesaban las formalidades habituales de un chico adinerado en Milán, una de las capitales europeas de la moda y los negocios. Pedía a sus padres que donaran a los pobres lo que habrían gastado en otro par de zapatos deportivos para él, e insistía en que quería dar clases de catecismo en su parroquia en lugar de irse de vacaciones a esquiar a complejos turísticos de lujo como sus compañeros.
Para convertirse en santo, los milagros deben ser acreditados. Un aspecto del proceso de canonización de Acutis fue la curación de una estudiante costarricense quien sufrió un accidente de bicicleta en Italia después que su madre le rezara a él, señaló Sorrentino.