Carolina Herrera revela el secreto de su vitalidad: seis comidas al día y cero dietas
Resumen
Carolina Herrera, a sus 86 años, mantiene su vitalidad evitando dietas restrictivas. Apuesta por seis comidas diarias con ingredientes frescos, iniciando con un desayuno balanceado y terminando con cena ligera. Su estilo promueve un metabolismo activo y bienestar.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
A sus 86 años, Carolina Herrera sigue siendo sinónimo de elegancia y energía. La icónica diseñadora venezolana no solo marca tendencia en las pasarelas, también lo hace en el estilo de vida que la ha mantenido activa y saludable. Su filosofía de alimentación se aleja de las dietas restrictivas y apuesta por un enfoque más consciente y equilibrado: seis comidas al día, con ingredientes frescos y de alta calidad.
En entrevistas recientes, Herrera ha compartido que nunca fue amante de cocinar, pero siempre ha tenido claro lo que su cuerpo necesita. “Mi regla es simple: como seis veces al día”, ha declarado. Esta práctica, respaldada por publicaciones como Women’s Health y Harvard Health Publishing, está asociada a beneficios como mantener el metabolismo activo, evitar bajones de energía y reducir los picos de hambre.
El día de la diseñadora comienza con un desayuno completo, donde combinan proteínas, grasas saludables y fibra. Yogur griego sin azúcar con frutas frescas y granola suele ser su opción habitual, aunque confiesa que sus favoritos son los huevos revueltos con trufa. Este primer plato le da la energía necesaria para arrancar jornadas que suelen ser largas y demandantes.
A media mañana opta por snacks sencillos y nutritivos: almendras o frutas altas en fibra como manzanas o piña. Según expertos de la Harvard T.H. Chan School of Public Health, el consumo frecuente de frutos secos ayuda a la salud cardiovascular y mantiene la saciedad.
El almuerzo es su comida principal y la más cuidada del día. Prefiere ensaladas frescas con proteínas magras como salmón o pollo, aderezadas solo con aceite de oliva y vinagre balsámico. Este estilo, cercano a la dieta mediterránea, es reconocido por sus efectos positivos en la longevidad y la salud del corazón.
Por la tarde, un batido verde de espinaca, pepino, piña y jengibre es su forma de recargar energía sin recurrir a azúcares procesados. En la noche, cena ligero: salmón a la plancha, vegetales al vapor y quinoa son su combinación ganadora. Para cerrar el día, evita los carbohidratos pesados y opta por té sin cafeína o un pequeño puñado de frutos secos.
Los expertos señalan que este tipo de alimentación no solo es sostenible sino adaptable a cualquier estilo de vida. La clave, dicen, está en priorizar alimentos reales y comer de forma consciente. La propia Herrera es prueba viviente de que mantener un balance adecuado puede ser el mejor secreto de belleza y bienestar.
