Casi 700 millones de pesos deberá pagar Epa Colombia para salir de la Cárcel
Resumen
Daneidy Barrera, Epa Colombia, enfrenta una deuda de hasta 700 millones por actos vandálicos durante las protestas de 2019. Abarca temas de castigo, protesta social y reparación. Busca una solución conciliadora pagando una suma justa por los daños.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Daneidy Barrera, conocida popularmente como “Epa Colombia”, sigue enfrentando las consecuencias legales y económicas de sus actos vandálicos contra TransMilenio durante las protestas del paro nacional en 2019. Aunque ya ha desembolsado una parte significativa del dinero —57 millones de pesos repartidos entre la aseguradora del sistema y Recaudo Bogotá—, su situación jurídica y financiera continúa siendo compleja, con una deuda pendiente que podría superar los 467 millones de pesos, según lo estipulado por las autoridades.
La influencer, actualmente recluida en el centro penitenciario El Buen Pastor de Bogotá desde enero de 2025, fue condenada por el delito de instigación a delinquir con fines terroristas tras divulgar un video en el que se le ve destruyendo parte de la estación Molinos del sistema TransMilenio con un martillo. En la grabación, Barrera justifica sus actos como una forma de protesta, una especie de catarsis popular contra el Estado, aunque reconoce que no era lo correcto.
En recientes declaraciones durante una audiencia, la reclusa expresó su intención de conciliar con las autoridades y continuar pagando lo que considera una suma “justa” por los daños ocasionados. “Estoy muy arrepentida, sí quiero pagar, pero me parece un monto muy alto”, argumentó, en referencia a la cifra que podría ascender a 700 millones de pesos, y pidió al juez que le permitiera cumplir parte de su condena a través de trabajo social, para así poder pasar más tiempo con su hija.
Este caso ha adquirido notoriedad no solo por la figura mediática de Epa Colombia, sino también por el debate que ha suscitado en torno al castigo ejemplar, la protesta social y la reparación de bienes públicos. Mientras algunos la ven como un símbolo de rebeldía mal encauzada, otros consideran que el proceso ha sido una oportunidad para que Barrera asuma su responsabilidad y se reintegre con una nueva conciencia ciudadana. En cualquier caso, la historia de Epa Colombia refleja cómo los excesos cometidos en momentos de agitación social pueden tener consecuencias legales y personales de largo alcance.