El Consejo Nacional Electoral (CNE) declaró en firme la candidatura de Cristian Fernando Portilla para la Alcaldía de Bucaramanga, despejando las dudas jurídicas que lo habían puesto en el centro de una serie de críticas. Con esta decisión, el aspirante respaldado por el Centro Democrático, el Partido de la U y Cambio Radical queda plenamente habilitado para competir en las elecciones atípicas del próximo 14 de diciembre.

Por Camilo Ernesto Silvera Rueda - Redacción Política / EL FRENTE

La resolución del Consejo Nacional Electoral negó la solicitud de revocatoria de su inscripción, una solicitud presentada por ciudadanos y sectores políticos que afirmaban que Portilla estaba inhabilitado por haber ejercido autoridad administrativa como supervisor del contrato de Plan de Medios No. 055 de 2025.

En concreto, las quejas sostenían que su intervención contractual, incluida una solicitud de adición de casi $1.500 millones, configuraba una causal de inhabilidad contemplada en la Ley 617 de 2000, las cuales fueron analizadas por el magistrado Álvaro Echeverry Londoño, ponente del caso, quien no solo consolidó todas las demandas en un solo expediente, sino que también concluyó que no existían elementos suficientes para impedir su participación electoral.

Tras conocerse la decisión, Portilla celebró en la red social X: “El CNE nos da la razón: estoy habilitado para ser el próximo alcalde de Bucaramanga. Este 14 de diciembre la decisión es #PortillaAlcalde. ¡Defendamos a Bucaramanga!”.

El exalcalde Jaime Andrés Beltrán, cuyo mandato fue anulado por el Consejo de Estado por doble militancia, también reaccionó respaldando la candidatura de su exasesor: “La verdad siempre prevalecerá sobre la mentira (…) Estamos más que listos para seguir defendiendo a nuestra ciudad”.

Detractores insisten

Sin embargo, la decisión no disipa del todo las dudas que durante semanas alimentaron el debate jurídico en Bucaramanga. Expertos en derecho administrativo insistieron en que la supervisión de un contrato sí constituye ejercicio de autoridad, por implicar control, vigilancia y toma de decisiones sobre recursos públicos. Incluso calificaron como una intervención directa la solicitud de adición presupuestal firmada por Portilla el 17 de septiembre de 2025.

“Esa es la más clara demostración de que ejerció autoridad administrativa. Ese voto estaba muerto antes de contarse”, indicó a EL FRENTE un analista electoral consultado.

Portilla, considerado el heredero político de Beltrán Martínez, ha construido su aspiración al despacho local con apoyo directo del exmandatario destituido. Su renuncia y posterior retractación a la candidatura generaron tensiones dentro de los partidos que lo coavalaban, lo que llevó a sus opositores a cuestionar la transparencia del proceso y el afán por mantener el control del proyecto político de Beltrán en la Administración Municipal.

Las elecciones del 14 de diciembre definirán quién asumirá el mando de Bucaramanga luego de uno de los periodos más inestables de los últimos años, y la decisión del CNE reconfigura el tablero político a pocos días de la cita en las urnas.