Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Colombia ha solicitado a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) que los conocimientos y técnicas asociadas a la pesca artesanal en el río Magdalena sean declarados Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Esta medida busca proteger la soberanía alimentaria y los saberes tradicionales de más de 75 mil familias que han desarrollado esta actividad por generaciones.
Esta manifestación cultural, reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación en 2021 por el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura, ahora aspira a obtener reconocimiento mundial. Ingritts Marcela García, directora de Cadenas Pecuarias, Pesqueras y Acuícolas del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, explicó que este reconocimiento ayudaría a preservar el aporte económico, sostenible y social de los pescadores artesanales del río Magdalena.
"La población que se beneficiaría con esta manifestación hace parte de un importante e histórico sector en el país, que en este Gobierno ha recibido una especial atención. Se articula con las acciones que se están adelantando desde el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, en cabeza de la ministra Jhenifer Mojica, relacionadas con los sistemas agroalimentarios y la organización de los territorios alrededor del agua, de acuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo ‘Colombia Potencia de la Vida’," indicó García.
Iniciativa del gobierno
La solicitud a la UNESCO se realizó a través del Ministerio de Cultura, tras un trabajo colaborativo con comunidades, organizaciones, asociaciones, federaciones y entidades estatales. Se fundamenta en la riqueza cultural y ecológica de la pesca artesanal del río Magdalena, que incluye conocimientos sobre navegación, ciclos de especies acuáticas, tradiciones culinarias, medicina tradicional y expresiones artísticas.
Los pescadores del río Magdalena, conocidos como comunidades anfibias, poseen un profundo conocimiento sobre el viento, la lluvia y los ciclos de crecimiento y reproducción de las especies del río, conocimientos vitales para la pesca sostenible. Además, estas prácticas contribuyen a la soberanía alimentaria y reflejan una interacción armónica con los ecosistemas, esencial en la lucha contra el cambio climático.
Asimismo, estas tradiciones culturales son testimonios de la resiliencia de las comunidades frente al conflicto armado en Colombia, y su reconocimiento como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad fortalecería su identidad y cohesión social.
