Colombiano se hizo pasar por cirujano plástico y dejó a una mujer con muerte cerebral en Estados Unidos

Felipe Hoyos Foronda, un colombiano de 38 años, fue detenido en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, en Nueva York, cuando intentaba huir del país tras haber realizado una cirugía estética ilegal que dejó a una mujer en estado de muerte cerebral. El procedimiento clandestino, llevado a cabo en una clínica improvisada en Queens, desencadenó una emergencia médica que puso en evidencia la práctica ilegal del falso cirujano.

El caso salió a la luz cuando la víctima, de 31 años, fue trasladada de urgencia a un hospital tras sufrir un paro cardíaco durante la intervención. Según las primeras investigaciones, la mujer se sometió a un procedimiento para la extracción de implantes de glúteos, pero una complicación grave la dejó sin actividad cerebral. Autoridades forenses sospechan que la causa del colapso podría haber sido una intoxicación por lidocaína, un anestésico local administrado por Hoyos Foronda. Aunque no está claro quién alertó a los servicios de emergencia, una llamada al 911 permitió que los paramédicos llegaran rápidamente y la trasladaran a un centro asistencial.

Horas después del fallido procedimiento, Hoyos Foronda intentó abordar un vuelo a Colombia con una escala en Florida. Sin embargo, gracias a una rápida acción policial, fue interceptado en la terminal aérea antes de lograr su cometido. La detención fue realizada por la policía de la Autoridad Portuaria, en coordinación con las agencias de orden público que venían siguiendo su rastro.

El acusado, que no posee licencia para ejercer la medicina en Estados Unidos, se presentaba en redes sociales como cirujano cosmético y promocionaba procedimientos estéticos a través de plataformas como TikTok. Sus servicios incluían desde inyecciones de relleno hasta cirugías más invasivas, muchas de ellas realizadas en entornos no clínicos. Se ha descubierto que operaba en varias ciudades, incluyendo Nueva York, Miami y Long Island, atendiendo a clientes en locales clandestinos o incluso en viviendas particulares.

Actualmente, se encuentra recluido en la prisión de Rikers Island, enfrentando cargos por agresión y ejercicio ilegal de la medicina. La Fiscalía de Distrito de Queens podría imputarle cargos adicionales si la mujer no sobrevive a las complicaciones. Mientras tanto, las autoridades han instado a posibles víctimas del acusado a presentar denuncias y han reiterado la importancia de verificar las credenciales médicas antes de someterse a cualquier procedimiento estético.

Este caso pone en evidencia el crecimiento alarmante de clínicas clandestinas en Nueva York, donde personas sin licencia realizan procedimientos estéticos a precios reducidos, poniendo en riesgo la vida de los pacientes. En los últimos meses, varios casos similares han sido reportados, incluyendo el de una esteticista en Manhattan acusada de inyectar botox falsificado, lo que provocó casos de botulismo. La proliferación de estos procedimientos ilegales sigue siendo una preocupación para las autoridades sanitarias, quienes advierten sobre los riesgos de acudir a lugares que no cumplen con las regulaciones médicas.