Resumen
La corrupción desvía recursos cruciales, afecta servicios esenciales y perpetúa desigualdades, perjudicando el bienestar colectivo. Destruye confianza en instituciones y obstaculiza el desarrollo económico al fomentar un sistema ineficiente y paralelamente destructivo.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)En la historia de la humanidad y en todas las latitudes, la corrupción ha sido el cáncer de la sociedad que todo lo carcome.
En efecto, cuando los recursos destinados a servicios públicos como educación, salud, infraestructura, o seguridad son desviados hacia intereses privados corruptos, el bienestar colectivo se ve gravemente afectado. Esto resulta en una mala calidad de los servicios y en la incapacidad del gobierno para atender las necesidades de la población.
La corrupción tiende a favorecer a un pequeño grupo de individuos o empresas en detrimento de la mayoría de la población. Cuando se manipulan licitaciones, contratos o ayudas sociales, los más vulnerables son los que sufren las consecuencias, perpetuando las desigualdades sociales y económicas.
En un sistema corrupto, las instituciones encargadas de velar por los derechos y el bienestar de la ciudadanía pierden su legitimidad. Si los procesos electorales, judiciales o administrativos se ven influenciados por sobornos o favores, la democracia se debilita, se genera desconfianza entre la ciudadanía y el Estado, ya que las personas perciben que las decisiones no se toman en función del interés general, sino de beneficios personales o de grupos de poder. Esta desconfianza puede llevar a la apatía política, al desinterés por los asuntos públicos y a la fragmentación social.
La corrupción introduce ineficiencia en la economía. La malversación de fondos, el soborno, las extorsiones y los favoritismos empresariales pueden llevar a una asignación ineficaz de los recursos, lo que impide que los proyectos de desarrollo realmente contribuyan al bienestar de la mayoría. En lugar de hacer crecer la economía, la corrupción frena la innovación, limita la competencia y genera una economía paralela.
La corrupción también mina el sistema judicial, ya que las decisiones en los tribunales pueden ser influenciadas por sobornos o presiones políticas. Esto crea una cultura de impunidad donde los derechos de los ciudadanos no son respetados y se perpetúan las injusticias, lo que afecta directamente la cohesión social y la equidad.
La corrupción destruye los cimientos de un sistema justo y equitativo. Al desviar recursos, distorsionar procesos, y fomentar la desconfianza, se impide que el bien común prospere.
Conscientes de que para lograr una sociedad más justa y desarrollada es fundamental erradicar la corrupción y promover una cultura de integridad y transparencia, los miembros de la Fundación Participar y la Cámara de Comercio de Bucaramanga desean aportar a este propósito con la realización del foro “Combatir la corrupción desde la prevención” que tendrá lugar el 30 de enero con la participación de expertos en contratación, representantes del sector judicial, funcionarios públicos de nivel nacional y local, veedores y organizaciones de la sociedad civil.
Los ciudadanos no podemos rendirnos en la lucha contra la corrupción, no podemos ser indiferentes. La invitación es a que participemos todos en la construcción de una mejor sociedad.
*Martha Elena Pinto de De Hart. E-mail: fundparticipar@yahoo.es