Con C se escribe…

Por: Hernando Mantilla Medina

Cárceles, caciques, contagios, corrupción. Y también se escribe Castigo, que es lo que recibe una persona una vez “cae a una Cárcel”, es, al lado de las enfermedades, una de las dos cosas más horribles que le pueden pasar a un ser humano, porque en ambas condiciones se puede perder el Derecho de seguir llamado “ser humano”, lamentable y triste, pero así es.

Y en estos últimos días se ha oído hablar mucho de todas esas palabras que se escriben con C, desafortunadamente, como casi siempre, en forma negativa.

Nuestras Cárceles son sinónimo de muchas cosas negativas, en los patios y producto de la Corrupción que hay en el INPEC, existen los mal llamados “Caciques”, personas que en muchas ocasiones utilizan su “poder“ en contra de l@s intern@s, para cobrar por todo, por la venta de celulares, de espacios para dormir, de minutos de celular, de celdas y obviamente, de droga, dicen que los ingresos que obtienen diariamente estos personajes son muy altos y que muchas personas “se hacen capturar“ para llegar a la Cárcel y “tomarse el poder en los patios para hacer sus negociados“, desafortunadamente con la venia, o por lo menos, sin las acciones de control de parte de los guardias del INPEC, que en muchas ocasiones “son parte del negociado” , a mí, eso me da asco, porque l@s intern@s se supone que son delincuentes y que “viven de eso”, de hacer cosas torcidas e ilegales, pero los guardianes son personas con sueldo, con prebendas, con una posibilidad mensual de llevar dinero sano a sus casas y se dejan contagiar del virus de la Corrupción, eso da vergüenza ajena y nunca lo aceptaré.

En estos días me comentaron de “otras prácticas de Corrupción y de engaño” que hacen en los patios, “el mal llamado dueño del patio” le ofrece la venta de un celular a un interno y a precios altos, cerca de 3 millones de pesos, el interno consigue que su familia le envíe el dinero al personaje que lo vende, resulta que, me dicen que el celular nunca lo entregan y ay de que el interno le dé por pedirlo, se puede convertir la cosa en algo peor, qué lamentable, como decía Paquita la del Barrio en su canción más popular, todas estas personas son verdaderamente “ratas de dos patas”, son verdaderos delincuentes y me refiero a todos los que intervienen en estos negociados.

Eso también se da en el tema de la venta de cigarrillos, de café y de azúcar, no se consigue en los expendios, que de paso sirva decirlo, allá no se consigue nunca nada, será por algo, porque estas cosas si se consiguen en los patios, ¿cómo?, por arte de magia se ofrecen en venta, obviamente a precios más caros, mucho más caros.

Todo esto afecta a la gran mayoría de intern@s que son verdaderamente población vulnerable y debo decirlo. Y a todo esto se suma lo de los Contagios de tuberculosis en la Cárcel Modelo de Bucaramanga, falta de higiene, mala atención en salud y así es casi todo en nuestras Cárceles.

Cristo, que también se escribe con C, me bendiga para seguir haciendo lo necesario y lograr que las Cárceles sean verdaderos sitios de Cambio y no de “negociados de Corrupción”. Voy con Toda. Amén.