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Con grado póstumo rinden homenaje a universitario símbolo de la desaparición forzada

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Resumen

La Universidad Surcolombiana dio un grado póstumo a Tarcisio Medina Charry, desaparecido en 1988, y la Policía Nacional realizó un acto de perdón público, ambos ordenados por la JEP. Medina, estudiante y miembro de la Unión Patriótica, fue detenido y desaparecido por la policía.

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Este 24 de septiembre, la Universidad Surcolombiana otorgó un grado póstumo a Tarcisio Medina Charry, quien se ha convertido en un símbolo para los estudiantes de esta institución. En el mismo espacio, la Policía Nacional llevará a cabo un acto restaurativo de perdón público por su desaparición.  Desde pequeño, 'Tito', como cariñosamente lo llamaba su familia, mostró un gran amor por la lectura que lo llevó a estudiar Lingüística y Literatura. Pertenecía a la Unión Patriótica y no alcanzó a terminar su primer semestre cuando fue retenido y desaparecido por integrantes de la Policía Nacional.

La Universidad Surcolombiana (USCO) de Neiva otorgará un grado póstumo a Tarcisio Medina Charry y la Policía Nacional realizará un acto restaurativo de perdón público por su desaparición. Ambos actos, ordenados por el magistrado Raúl Eduardo Sánchez Sánchez, de la Sección de Ausencia de Reconocimiento de Verdad (SARV) de la JEP, se dan en el marco de la medida cautelar adoptada para proteger los derechos de las víctimas a la memoria.

Tarcisio Medina Charry, estudiante de Lingüística y Literatura en la USCO, fue detenido y desaparecido por integrantes de la Policía Nacional el 19 de febrero de 1988, tras encontrarse con una tanqueta en las cercanías de la universidad. Tenía 20 años cuando ocurrió el hecho y, pese a tener sus documentos en regla y ningún proceso en su contra, fue retenido junto a otras personas. Esa fue la última vez que se le vio con vida.

El joven estudiante nació el 28 de mayo de 1966 en el municipio de Palermo (Huila), en el hogar de Tarcisio Medina (padre) y Marleny Charry. Desde pequeño, 'Tito', como lo llamaba cariñosamente su familia, era el mayor de cuatro hermanos y mostró un profundo amor por la lectura. Su pasión por los libros lo llevó a crear una pequeña biblioteca en su hogar, donde pasaba largas horas explorando mundos literarios y expandiendo sus conocimientos.

En su infancia, Tarcisio ayudaba en las labores del campo, una actividad que su familia desempeñaba con dedicación. Su madre, Marleny, era una enfermera muy querida en la comunidad y conocida por su incansable trabajo comunitario. Mientras ella realizaba sus tareas, Tarcisio le leía fragmentos de Gabriel García Márquez, juntando así sus dos grandes amores: su familia y la literatura.

Durante su adolescencia, Tarcisio desarrolló un creciente interés por la política y la transformación social de Colombia. Se unió a la Unión Patriótica, un partido que abogaba por cambios profundos en la sociedad. Aunque su compromiso con las causas sociales no siempre fue bien recibido en su hogar, especialmente por su padre, quien temía por su futuro, Tarcisio estaba decidido a luchar por un país más justo y equitativo. En su tiempo libre, reunía a los trabajadores de la finca y les leía, convencido de que "las cosas debían cambiar para que los pobres no siguieran así de pobres", recuerda su hermana, que él decía.

Con una mente inquieta y soñadora, Tarcisio aspiraba a convertirse en profesional. Dejó el campo y se trasladó a Neiva con el objetivo de terminar sus estudios de secundaria, definir su situación militar y, finalmente, ingresar a la Universidad Surcolombiana para estudiar Lingüística y Literatura. Sin embargo, sus sueños se vieron truncados cuando fue detenido y desaparecido por integrantes de la policía.

El Caso 06 de la JEP, que investiga la victimización de miembros de la Unión Patriótica, determinó que 5.733 personas fueron asesinadas o desaparecidas en ataques dirigidos contra este partido político entre 1984 y 2016. Se trata de hechos en los que están vinculados principalmente paramilitares y agentes estatales, quienes actuaron de manera masiva, generalizada, sistemática y selectiva contra esta colectividad.

La búsqueda de su cuerpo continúa

Más de tres décadas después, aunque se ha esclarecido la responsabilidad en su desaparición, el paradero de su cuerpo sigue sin conocerse. La memoria de Tarcisio Medina Charry permanece viva en su familia y en quienes compartieron sus ideales y sueños de un país mejor. La búsqueda de Tarcisio se convirtió en el bastón de vida de su madre, Marleny Charry, quien falleció durante la pandemia del COVID-19 sin obtener respuestas sobre el paradero de su hijo.

A lo largo de los años, las autoridades le negaron en diversas ocasiones cualquier responsabilidad de la Policía en la desaparición de su hijo. Esto, a pesar de que la Policía Nacional fue condenada por el Consejo de Estado y la Corte IDH, uno de sus miembros fue condenado penalmente por este crimen.

Hoy su búsqueda la lidera su hermana, Paola Medina Charry, quien afirma que no descansará hasta encontrarlo. “Hoy tenemos la certeza de que Tarcisio fue asesinado por la Policía y también sabemos una parte de esa verdad que hemos buscado tanto. Este acto que realiza la JEP es una posibilidad de aceptar, no un perdón porque eso es muy difícil mientras no hallemos su cuerpo, sino un acto que nos debía la Policía después de tantos intentos por desprestigiar el nombre de mi hermano (…) hoy se dignifica la memoria del estudiante Tarcisio Medina Charry y la de muchos jóvenes más que murieron calificados de guerrilleros", expresó Paola.

Con este grado póstumo y acto restaurativo de perdón público por su desaparición, ordenados por la JEP, se contribuye a reparar el dolor de la familia, que hoy lo sigue buscando.

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