Resumen
El ministro de Hacienda de Colombia, Ricardo Bonilla, está implicado en un escándalo de corrupción por asignar contratos ficticios para obras inexistentes en Arauca. Se alega que Bonilla benefició ilegalmente a grupos armados y congresistas para aprobar reformas legislativas.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Habría asignado contratos ficticios para obras invisibles en ARAUCA.
Tras conocerse otra faceta del escándalo de la ‘Unidad para la Gestión del Riesgo de Desastres’ (UNGRD), donde se robaron miles de millones de pesos del presupuesto de la nación para comprar la conciencia de numerosos congresistas que recibieron aportes en dinero y en contratos disfrazados para enriquecerse ilícitamente, ha quedado al descubierto la conducta del ministro de hacienda Ricardo Bonilla como cómplice de una conjura secreta y criminal con el fin de aprobar las reformas legislativas sobre reformas de la salud, la educación, las pensiones y la justicia. Incluso, un representante del Centro Democrático ya anunció que lo denunciará penalmente en Nueva York, por supuestamente haber beneficiado con esos recursos a grupos armados ilegales. Y es que según lo señala Olmedo López, uno de los contratos habría terminado en manos del Ejército de Liberación Nacional (ELN).