Resumen
Combatir estereotipos de género en el entorno digital es crucial para fomentar igualdad y diversidad. Identificarlos y entender cómo afectan la vida virtual y real ayudan a construir una sociedad digital más inclusiva.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Las ideas preconcebidas sobre los roles, habilidades o comportamientos que hombres y mujeres “deberían” tener generan daño tanto en el mundo real como en el virtual. Reconocerlos y entender su inconveniencia mejora el entorno digital en el que convivimos.
Entre las diferentes consideraciones que tiene en cuenta el Ministerio TIC en materia de educación digital está el fomentar el desarrollo y la construcción de un entorno digital más inclusivo y diverso. Un parte fundamental en esa tarea es luchar contra los estereotipos de género, que son tan peligrosos en el el mundo virtual como lo son en el real, y que se evidencian en frases como "Calladita se ve más bonita" o "Llorar no es de hombres". Si bien estos mensajes pueden parecer inofensivos, pueden afectar la forma en que nos percibimos y nos relacionamos con los demás. Por eso es importante aprender cómo identificar estos estereotipos, por qué son problemáticos y qué se puede hacer para construir un entorno digital.
De acuerdo con la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas, los estereotipos de género son ideas preconcebidas sobre los roles, habilidades o comportamientos que hombres y mujeres "deberían" tener. Se vuelven problemáticos cuando estos estereotipos limitan las oportunidades de las personas, influyendo en sus decisiones de vida, desarrollo profesional o bienestar emocional.
Jeimi Andrea Ruiz Gacharná, investigadora de narrativas transmedia para la educación y magíster en Humanidades Digitales de la Universidad de los Andes, explica que estos estereotipos se expanden rápidamente en redes sociales, especialmente a través de influencers o figuras públicas con audiencias masivas. Muchas veces, sin darse cuenta, refuerzan roles tradicionales como el de la mujer cuidadora o el hombre proveedor: "Estos mensajes pueden condicionar la forma en que niños, niñas y jóvenes construyen su identidad, sobre todo si no hay un acompañamiento que los ayude a cuestionarlos. Cuando los estereotipos se replican sin una mirada crítica, aumentan la desigualdad y refuerzan una visión limitada de lo que pueden ser o hacer mujeres y hombres".
Aunque las mujeres son las principales afectadas por los estereotipos de género, los hombres también enfrentan presiones y expectativas que pueden ser dañinas.
Impacto en las mujeres
Hay varias áreas donde las mujeres caen víctimas de los estereotipos de género a nivel digital. Por ejemplo, hablando de representación en redes sociales, un estudio del
Instituto de las Mujeres de España reveló que las imágenes femeninas en estas plataformas suelen mostrar un perfil muy limitado:
60,2% de las mujeres representadas tienen un estatus económico alto.
55,6% son delgadas.
54,9% no tienen discapacidad.
52,6% son blancas.
Estos datos refuerzan estándares de belleza excluyentes, y dejan fuera la diversidad de cuerpos, edades y estilos de vida.
A nivel de salud mental y participación digital, el mismo estudio encontró que tres de cada cuatro mujeres jóvenes han recibido comentarios sobre su físico en redes sociales. Este documento también evidencia que el 58,8% ha sido víctima de ataques machistas. Todo esto genera un entorno hostil, que desmotiva la participación de las mujeres en espacios digitales.
Esta situación también se presenta en temas de desinformación y barreras en la participación pública. Según la ONG Plan Internacional, una de cada cuatro niñas se siente insegura al expresar su opinión en redes, y una de cada cinco ha dejado de participar en debates políticos o sociales en línea. Esto hace que la desinformación y los ataques digitales silencien voces, limitando el acceso de las mujeres a espacios de debate e influencia.
Los estereotipos de género imponen roles y expectativas que limitan el desarrollo personal y profesional tanto de hombres como de mujeres. Ellas enfrentan barreras en ámbitos como el laboral y el educativo, mientras que los hombres también sufren consecuencias significativas debido a estos estereotipos.
Impacto en los hombres
Uno de los principales son los roles laborales limitados. Por ejemplo, el Barómetro de Opinión de Infancia y Adolescencia 2023-2024 de UNICEF España encontró que: el 18,6% de los niños cree que dirigir una empresa es un trabajo de hombres, mientras que solo el 3,9% de las niñas piensa lo mismo.
En la dimensión de presión social y salud emocional, un estudio de la Universidad de Chicago mostró que los estereotipos de masculinidad, como la autosuficiencia y la invulnerabilidad, hacen que los hombres eviten la atención médica preventiva, afectando su salud.
Los hombres también sufren de expresión emocional restringida, es decir, la creencia de que "los hombres no lloran", o de que deben ser siempre fuertes. Esta mentalidad puede generar problemas de salud mental, como lo muestra un estudio de Emerald Publishing, que encontró que los hombres que publican con frecuencia en redes sociales son percibidos como "menos masculinos", lo que refuerza prejuicios sobre cómo deben comportarse.
Para la investigadora Jeimi Andrea Ruiz existen poblaciones no binarias o con expresiones de género diversas que sufren una invisibilización constante, causada en gran parte por la preferencia de contenidos tradicionales y la falta de representación en redes sociales: "Aunque se intenta avanzar en lenguajes inclusivos o narrativas gráficas incluyentes, como emojis, stickers, etc.; la realidad es que las plataformas, sus algoritmos o incluso ciertas regulaciones terminan priorizando lo convencional, silenciando otras voces y formas de ser", afirma.
¿Cómo se puede reconocer un estereotipo de género?
Lo primero sería preguntarse si un mensaje o imagen en redes sociales cae en alguna de estas categorías:
· Lenguaje sexista: Frases como "corres como niña" o "sea varón".
· Limitaciones de comportamiento: Afirmar que "una mujer no es buena para manejar" o "un hombre no puede dedicarse al hogar".
· Generalizaciones excesivas: Creer que "todas las mujeres deben vestir de rosa" o que "todos los hombres deben mostrarse fuertes".
· Refuerzo de roles tradicionales: Exigencias sobre la apariencia femenina (delgadez, cuidarse la piel desde edades muy tempranas) o la obligación de que el hombre sea siempre el "proveedor principal").
· Generalizaciones sobre el género: Frases como "todas las mujeres son emocionales" o "los hombres no saben cuidar niños" perpetúan ideas erróneas.
Estos estereotipos, normalizados en redes sociales e Internet, pueden influir en la forma en que niños, niñas y jóvenes construyen su identidad y tratan a los demás.
Romper estas expresiones y construir un entorno digital más equitativo, incluyente y diverso requiere acción. CiberPaz, el programa del Ministerio TIC que trabaja por un mejor entorno digital para todos, presenta algunas estrategias clave:
· Revisar los sesgos propios: reflexionar sobre el lenguaje y actitudes con las que interactuamos en línea.
· Denunciar y educar: reportar contenido dañino en plataformas y generar conciencia sobre estos problemas.
· Visibilizar otras narrativas: apoyar a creadoras y creadores de contenido diverso y amplificar sus voces.
Los estereotipos de género en Internet afectan a todas las personas, y limitan el desarrollo de una sociedad más justa. Identificarlos es el primer paso para cambiarlos. Desde el Ministerio TIC estamos convencidos que cada acción cuenta: cuestionar titulares sesgados, denunciar contenido dañino y promover diversidad en redes puede marcar la diferencia. Invitamos a toda la ciudadanía a aplicar estos consejos, y ayudar a la construcción de un entorno digital más diverso y equitativo.